tag:blogger.com,1999:blog-81422593543421782972024-02-22T21:22:55.210+01:00Céfiro del oesteEl céfiro era el más suave de todos los vientos y se le conocía como el fructificador, el mensajero de la primaverajosé javierhttp://www.blogger.com/profile/07276077488718722199noreply@blogger.comBlogger46125tag:blogger.com,1999:blog-8142259354342178297.post-16529293498385691832009-02-07T00:01:00.004+01:002009-02-07T00:01:00.206+01:00::: Baraka :::<div align="justify">En los tiempos que vivimos es difícil encontrar lugares públicos donde se hable de lo trascendente, de lo íntimo, de lo inmaterial. En estos tiempos de consumismo, ahora incluso se nos anima a aumentar el consumo para paliar la crisis desencadenada precisamente por el hiperconsumo, no deja de causar impacto encontrar un grupo de personas que se reúnan un viernes por la tarde a hablar de hacia dónde va nuestra sociedad y cómo colisionamos con lo imperecedero, con la naturaleza global y con nuestra naturaleza en particular.<br />Pues eso es lo que me ocurrió a mí el pasado viernes al aceptar la invitación que me hizo… ¡un político! Sí, señores, un concejal del ayuntamiento de Sevilla, que en su tiempo libre y rompiendo el rol del político de hacer todo para ganar votos, presentó en un conocido y céntrico Círculo de Sevilla la película <em>Baraka (El último paraíso).</em><br /><em>Baraka, barakah</em> o بركة en árabe sufí, es una antigua palabra que puede traducirse simplemente como "bendición", "aliento" o "esencia de vida". Y eso es lo que me supuso contemplar durante casi hora y media cómo Ron Fricke, su director, capta los goces y los desastres que la naturaleza y el hombre han traído al planeta, evitando las palabras, excitando la vista, el oído y la imaginación con una sucesión trepidante de imágenes y sonidos, demostrando que la única forma de conectarse con la Tierra es la Espiritualidad y la Religión, en cualquiera de su variantes. Todo acompañado por una banda sonora épica, porque las composiciones de Michael Stearns contribuyen a aumentar la intensidad con que se perciben las imágenes de la cinta, proporcionando al espectador una experiencia casi mística.<br />Vean <em>Baraka</em>, es fácil bajarla de internet, y después lloren a piernas sueltas… sólo un rato, porque a continuación levantarán la cabeza y miraran de otra forma todo lo que nos rodea.</div>josé javierhttp://www.blogger.com/profile/07276077488718722199noreply@blogger.com14tag:blogger.com,1999:blog-8142259354342178297.post-49471709337986368422009-01-24T00:01:00.000+01:002009-01-27T22:49:47.668+01:00::: Mis dos hermanos :::<div align="justify">Quizás haya sido el destino el que nos ha unido. Quizás solamente el haber utilizado para existir el mismo cálido y confortable útero. O quizás sólo haya sido el amor transmitido por nuestros padres durante nuestra crianza, pero al cabo de cuatro décadas mal contadas de convivencia puedo decir que son una parte importante de mi vida, y que son los dos únicos hombres, junto a nuestro padre, claro, a los que amo y con los que comparto la existencia que nos ha tocado vivir.<br />El uno es grande en cuerpo y grande en corazón, amante de los suyos, y los suyos, creedme, somos muchos, familiares y amigos, compañeros y vecinos. Organizador nato, nos enreda continuamente en comidas, celebraciones, viajes o simplemente “estar juntos porque sí”, queriendo, con su inagotable ímpetu, abarcarlo todo y estar con todos. Es Luismi.<br />Y el otro, Ángel, “Chiqui”, como ambos le llamamos por ser el más pequeño, claro, es un apasionado de nuestra ciudad y todas sus costumbres, que vive intensamente junto a sus amigos, unas veces, y junto su mujer e hijos, otras, niños a los que les inculca aquellas pasiones de sevillanía que siempre ha disfrutado.<br />Los tres nos hemos hecho hombres a la vez, formando nuestras familias simultáneamente, creando junto a nuestros padres y mujeres un gran grupo, catorce somos, con los que casi a diario convivimos sin poder imaginar hacerlo de otra forma.<br />Espero que el transcurrir de los años nos dé oportunidad de disfrutar de nuevas vivencias y ocasiones y de ver a nuestros hijos seguir nuestro ejemplo de unión.</div>josé javierhttp://www.blogger.com/profile/07276077488718722199noreply@blogger.com17tag:blogger.com,1999:blog-8142259354342178297.post-28177073347750319762009-01-17T00:01:00.002+01:002009-01-24T17:15:54.124+01:00::: Un paseo por la Bética Romana :::<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj06OT0kX_yZXvV_Qpkfc-hK-PtxwV1Z_sroKHhmUTPyEoXaiWlC0Mqpu46z-CG99QzJoxaGVREQGsSRpremsG3560RXBENpi9DPgRDOayUs8AxHWFVy57Fz5krU1lRF_JEw4VLMZ8cH8AM/s1600-h/Imagen030.jpg"><img style="margin: 0pt 0pt 10px 10px; float: right; cursor: pointer; width: 200px; height: 150px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj06OT0kX_yZXvV_Qpkfc-hK-PtxwV1Z_sroKHhmUTPyEoXaiWlC0Mqpu46z-CG99QzJoxaGVREQGsSRpremsG3560RXBENpi9DPgRDOayUs8AxHWFVy57Fz5krU1lRF_JEw4VLMZ8cH8AM/s200/Imagen030.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5294894706428024466" border="0" /></a><br /><div style="text-align: justify;">Abrigado más que nunca –cosas de la edad- y dejando a los pies libertad absoluta para llevarme adonde quisieran, siempre que fuera en la Sevilla intramuros, claro, paseé el otro día, muy de mañana, por el entorno de la catedral.<br />Cosas del frío, debió ser, o de la hora, que era muy temprano, el caso es que hubo un momento que me hallé completamente sólo en medio de la calle, pudiendo contemplar, como si de un regalo que la vieja Sevilla me hacía, una desierta y casi mágica Plaza del Triunfo. Extasiado me detuve pudiendo disfrutar de su espigado y blanco monumento a la Inmaculada a un lado, del edificio del Archivo de Indias, antes Casa-Lonja, al otro, y en el centro, dominándola desde el fondo, la fachada mora de los Reales Alcázares, el antiguo <span style="font-style: italic;">Dar al-'Imara</span> de los almohades y la esplendorosa Puerta del León, mezcla sublime de los estilos árabe y cristiano.<br />Fue solamente un instante, pero fue suficiente para poderme recrear con el intenso azul purísima del cielo que nos cubría, que liberado de nubes aquella mañana, dejó asomar por encima del murallón musulmán, en mágico instante, los rayos del débil y casi pudoroso sol de enero, que bañaron mi cara casi pidiendo perdón, aunque queriendo combatir, eso sí, el intenso frío que hacía, que me castigaba con crueldad ante la osadía cometida al detenerme allí en medio profanando con mi presencia la íntima amanecida.<br />Sobreponiéndome a aquellos instantes de plácida contemplación me introduje en el Barrio de Santa Cruz, vacío de visitantes a esas intempestivas horas… y hermoso precisamente por eso, llegando a la Plaza de la Alianza cuando ya sacaban los veladores a la terraza del Café del mismo nombre, donde al poco servirían cafetitos y cruasanes a los privilegiados turistas que quisieran desayunar contemplando la Giralda sobresaliendo por encima del viejo caserío.<br />Pero yo llegué más lejos, arribando por quebradas y estrechas callejuelas al antiguo caserón del hospital-asilo de Venerables Sacerdotes, fundado por Justino de Neve allá por el año de nuestro Señor de 1675 y adquirido por la Fundación Focus-Abengoa a finales del siglo pasado. Aquel día albergaba entre sus añejos muros la exposición titulada <span style="font-style: italic;">El rescate de la Bética Romana</span>.<br />Y sin pensármelo mucho entré, zambulléndome al momento entre estatuas de emperadores, frisos conmemorativos de batallas náuticas, cabezas de patricios, monedas de oro y plata, ajuares funerarios, capiteles de derruidos templos e inclusos retratos de los mecenas del siglo XIX que favorecieron con sus fortunas el rescate de aquellos trozos del pasado.<br />Pero sobre todo me detuve ante el colosal mármol de la Venus de Itálica, recreándome en su sensual torso y sus esbeltos muslos, queriendo imaginar qué rostro podría tener aquella materialización de la diosa del amor romana y dónde se hallaría éste. Y desde luego ante el Efebo de Antequera, bronce que representa a un joven cuerpo varonil perfecto en sus proporciones y seguramente estímulo lujurioso para sus antiguos dueños… o dueñas.<br />Satisfecho salí de nuevo a la calle desandando mi camino pero colmado de una mañana de sosegada quietud que había hecho más hermoso si cabe este frío mes de enero que nuestro invierno sevillano nos estaba regalando. </div>josé javierhttp://www.blogger.com/profile/07276077488718722199noreply@blogger.com19tag:blogger.com,1999:blog-8142259354342178297.post-14797573621684662102009-01-10T00:01:00.000+01:002009-01-10T00:01:01.318+01:00::: El olvido :::<meta equiv="Content-Type" content="text/html; charset=utf-8"><meta name="ProgId" content="Word.Document"><meta name="Generator" content="Microsoft Word 11"><meta name="Originator" content="Microsoft Word 11"><link rel="File-List" href="file:///C:%5CDOCUME%7E1%5CJOSEEN%7E1%5CCONFIG%7E1%5CTemp%5Cmsohtml1%5C01%5Cclip_filelist.xml"><!--[if gte mso 9]><xml> <w:worddocument> <w:view>Normal</w:View> <w:zoom>0</w:Zoom> <w:hyphenationzone>21</w:HyphenationZone> <w:punctuationkerning/> <w:validateagainstschemas/> <w:saveifxmlinvalid>false</w:SaveIfXMLInvalid> <w:ignoremixedcontent>false</w:IgnoreMixedContent> <w:alwaysshowplaceholdertext>false</w:AlwaysShowPlaceholderText> <w:compatibility> <w:breakwrappedtables/> <w:snaptogridincell/> <w:wraptextwithpunct/> <w:useasianbreakrules/> <w:dontgrowautofit/> </w:Compatibility> <w:browserlevel>MicrosoftInternetExplorer4</w:BrowserLevel> </w:WordDocument> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 9]><xml> <w:latentstyles deflockedstate="false" latentstylecount="156"> </w:LatentStyles> </xml><![endif]--><style> <!-- /* Style Definitions */ p.MsoNormal, li.MsoNormal, div.MsoNormal {mso-style-parent:""; margin:0cm; margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:widow-orphan; font-size:12.0pt; font-family:"Times New Roman"; mso-fareast-font-family:"Times New Roman";} @page Section1 {size:612.0pt 792.0pt; margin:70.85pt 3.0cm 70.85pt 3.0cm; mso-header-margin:36.0pt; mso-footer-margin:36.0pt; mso-paper-source:0;} div.Section1 {page:Section1;} --> </style><!--[if gte mso 10]> <style> /* Style Definitions */ table.MsoNormalTable {mso-style-name:"Tabla normal"; mso-tstyle-rowband-size:0; mso-tstyle-colband-size:0; mso-style-noshow:yes; mso-style-parent:""; mso-padding-alt:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt; mso-para-margin:0cm; mso-para-margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:widow-orphan; font-size:10.0pt; font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:#0400; mso-fareast-language:#0400; mso-bidi-language:#0400;} </style> <![endif]--> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Planeando muy lentamente sobrevoló sobre su consciencia sonriendo con maldad. Era su tiempo. Y aunque el rechazo era siempre lo que encontraba aprovechó un instante de fragilidad, un solo momento de flaqueza y se apoderó de ella con saña y arrogancia. Su cerebro se había roto. Sólo en un pequeño punto… pero fue suficiente.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Y allí campeó henchido, poderoso, apabullando con su manto de negrura y fanatismo los recuerdos, las evocaciones, la lucidez y la razón, acarreando la perdida de todas las sinapsis que la hacían sentirse a sí misma y sentirnos a los demás… llevándola a la confusión, a la agitación y a la indiferencia.
<br /></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Sin embargo la creación nos dotó con la capacidad de la regeneración, no concedió el don del restablecimiento… y pasaron las horas, los días, y el cariño, el cuidado y los mimos de sus hijas fueron arropando ese pequeño hálito de lucidez que nunca la abandonó devolviéndonosla poco a poco, procurando que el olvido, muy lentamente, fuera siendo vencido, hasta ser capaz de evocar, de reconstruir, de que su cognición apareciera a pesar de ese punto quebrado que cada vez era menor, hasta volver, hasta ser otra vez ella, la madre de mi mujer, la abuela de mis hijos, que de nuevo sonríe … gracias a Dios.</p> josé javierhttp://www.blogger.com/profile/07276077488718722199noreply@blogger.com25tag:blogger.com,1999:blog-8142259354342178297.post-55665861954996250212008-12-20T00:01:00.000+01:002008-12-20T00:01:01.485+01:00::: Trabajo extra :::<div style="TEXT-ALIGN: justify">Llevado por el suave céfiro que se colaba húmedo y salobre desde el atlántico llegó a Sevilla, al fin. Con renovadas ilusiones arribó siguiendo el amplio cauce del Guadalquivir hasta otear en el horizonte la vetusta silueta de <?xml:namespace prefix = st1 /><st1:personname productid="la Sevilla" st="on">la Sevilla</st1:personname> intramuros, y en su centro la de su principal vigía, donde todos los años descansaba de su largo viaje antes de repartirse entre las calles de la ciudad.<br />Y salió del río sobrevolando la arboleda del denso Parque de María Luisa, donde a esas horas se desprendía una casi mágica neblina, las azoteas de <st1:personname productid="la Universidad" st="on">la Universidad</st1:personname>, antes Fábrica de Tabacos, donde trajinara alguna vez <st1:personname productid="la Carmen" st="on">la Carmen</st1:personname> de Merimé, y los tejados del Alcazar moro, hasta llegar al viejo caserío, donde esbeltas espadañas, torres de iglesias e infinitas azoteas lo llevaron hasta <st1:personname productid="la Giralda. Allí" st="on"><st1:personname productid="la Giralda." st="on">la Giralda.</st1:personname> Allí</st1:personname>, agarrado a los pies del Giraldillo, la veleta de bronce que fabricara el insigne Bartolomé Morell en 1566 y que remataba el antiguo alminar almohade, descansó por fin.<br />Enseguida comenzó a repasar que todo estuviera dispuesto. Y se fijó, con su aguda vista, en el mercadillo de Belenes de la plaza de San Francisco, en el gran árbol de Navidad instalado delante del ayuntamiento, en las luces de las calles, en los escaparates de las tiendas, en los puestos de castañas, en los turrones y mantecados de los ultramarinos, en los coros de campanilleros que ya cantaban por calles y plazoletas… Y desde luego en el interior de los hogares de los sevillanos, donde también los adornos navideños anunciaban la llegada de tan especiales fiestas.<br />Sonriendo se preparó para lanzarse a las calles de la ciudad cuando recordó lo que le contase su predecesor del año anterior antes de darle el relevo: “Mira en los corazones”.<br />Y eso hizo, teniendo que cambiar su inicial sonrisa por un rictus de preocupación al ver numerosísimos corazones angustiados, deprimidos, oscuros, todos ocultos en los pechos de jóvenes parejas que no llegaba a fin de mes a pesar de los dos sueldos, de empresarios emprendedores que habían tenido que cerrar sus negocios, de inmigrantes con sus sueños de prosperidad rotos, de ancianos que sufrían necesidad por sus exiguas pensiones, de comerciantes desesperados al ver sus tiendas vacías, de padres de familias que hacían infinitas colas en las oficinas del paro…<br />Entonces supo que este año tendría trabajo extra, que se tendría que esforzar de forma especial si quería realizar bien su cometido. Y apretando los puños y arrugando el ceño el <span style="FONT-STYLE: italic">Espiritu de la Navidad </span>al fin se lanzó, decidido, a las calles de Sevilla, dispuesto a conseguir contagiarles la alegría navideña que año tras año su estirpe había traído. Que así sea.<br /><br />Feliz Navidad a todos. </div>josé javierhttp://www.blogger.com/profile/07276077488718722199noreply@blogger.com25tag:blogger.com,1999:blog-8142259354342178297.post-69104421652837350982008-12-06T00:02:00.005+01:002009-01-03T11:12:58.666+01:00::: Llanto :::<div align="justify">Lloré por una amiga que tenía el corazón roto, por un alma que sentía el fracaso presente después de vivir el esfuerzo más desconsolador, el que se realiza sin obtener resultados. Lloré por sus momentos de amargura, de desdicha. Lloré por su llanto, por sus lágrimas en soledad. Lloré porque su vida caminaba entre el miedo y el desamor. Porque se sentía sola entre todos nosotros. Porque no veía luz, porque no tenía un faro que la guiara y no veía el arco iris aunque lo tuviera delante.<br /></div><div align="justify"> </div><div align="justify">Pero ayer me dijo: <span style="font-style: italic;">No sabía que “Céfiro” es un viento, pero ahora sé que es un aliento bueno que me da calor y luz en mi nuevo camin</span>o.<br /></div><div align="justify">Entonces ya no lloré. Entonces supe que todo tenía un sentido. Que lo que escribí y vosotros leísteis y comentásteis, lo que se imprimió en un libro que después se distribuyó… era para que una amiga lo leyera durante <span style="font-style: italic;">una noche entre lágrimas</span>, y para que después me dijera: <span style="font-style: italic;">Te escribo para darte las GRACIAS por todo lo que he encontrado en tus pensamientos y que han sido chispas para ver que uno puede encontrar SU CAMINO Y SU FELICIDAD.</span><br /></div><div align="justify"> </div><div align="justify">Entonces sonreí.<br /> <br /></div>josé javierhttp://www.blogger.com/profile/07276077488718722199noreply@blogger.com26tag:blogger.com,1999:blog-8142259354342178297.post-81273050901662771722008-11-29T08:45:00.001+01:002008-11-29T09:17:04.697+01:00::: ¡Cada vez hace más frío!:::<div align="justify">—¡Frío! ¡Cada vez hace más frío!— gritó fijando la vista en el rayo de luz que entraba por la pequeña grieta.<br />—Me has asustado, viejo escandaloso. ¿Qué importa que haga frío?<br />—¿Que qué importa? ¡Dice que qué importa! Jejejeje. Pues importa porque significa que ha llegado el invierno, querido muchacho. Que una vez más ha pasado un año— añadió algo más calmado.<br />—¿Un año? ¿Ya hace un año que nos recogieron?<br />—Así es… Yo he estado pendiente, y a pesar de nuestro encierro he ido siguiendo el transcurrir del tiempo—le contestó recostándose contra la pared—. Primero hubo unas semanas de tranquilidad después de todas las fiestas de las que fuimos protagonistas y que sirvieron para que te trajeran con nosotros. Poco a poco el frío fue desapareciendo— continuó atusándose su larga y cana barba y cerrándose la vieja túnica que usaba— … notándose cómo la luz que nos entraba por la rendija duraba cada vez más, señal inequívoca de que se acercaba la primavera. Hasta que así fue, y llegaron las otras fiestas importantes de Sevilla, los días esos que en la casa aparece el olor dulzón y penetrante que a Javier tanto le gusta y llama incienso, y que anteceden a la semana que la niña se viste de flamenca y está todo el día bailando, que hasta aquí llega el compás inconfundible de las sevillanas que suenan en la radio.<br />—¡Cuánto sabes!<br />—Pero por viejo… Ya son muchos años en la casa. Y porque me gusta mirar por la rendija, hijo. Después de esos días llegaron otros —continuó mirando de nuevo al infinito mientras evocaba— …de intensa luminosidad, los días más largo del año, los que preceden al dichoso verano, cuando se queda la casa vacía semanas tras semanas.<br />—Esos son los días que estuviste tan melancólico y triste.<br />—Claro, muchacho, porque a mí me gusta escuchar a los niños jugar, a Javier hablar con su mujer, o cuando pone música, o las visitas de los abuelos, o los olores de la cocina, o los sábados por la noche cuando se quedan a dormir los primos… Y en el verano, en el verano… todos se van. ¡Por eso odio el verano!<br />—Pero después del verano llega el otoño— dijo alguien desde la oscuridad.<br />—Hola, María. Ya sé que a ti tampoco te gusta el verano y por eso la llegada del otoño te hace sonreír.<br />—Y el olor a tierra mojada de las primeras lluvias, y a naftalina cuando sacan los jerséis de los armarios…<br />—Ya lo sé, querida, y los primeros fríos, como los de hoy.<br />—¡Y a nosotros también!<br />—¡Bueno, bueno, se está revolucionando el cajón!<br />—Claro, José. Ocurre siempre cuando se acrecienta el frío y a ti te da por contar cómo ha pasado el año y nos haces ver a todos lo cerca que está el día de la Inmaculada, el día que Javier y su mujer bajaran el cajón y ayudados por los niños nos irán sacando uno a uno para colocarnos de nuevo en el pesebre, junto a la mula y el buey, junto al ángel, a los pastorcitos y a las ovejas… y nos cantarán los antiguos villancicos mientras los niños nos mirarán con caras de ilusión pensando que somos reales y que ellos son unos gigantes enormes…<br />—No te emociones esposa mía, que aún quedan unos días…<br />—San José, ya entiendo porque te has puesto tan contento cuando has notado que cada vez hace más frío.<br />—Te aseguro, querido pastorcito, que a partir de este año también tú querrás que llegue el frío y con él la Navidad.</div>josé javierhttp://www.blogger.com/profile/07276077488718722199noreply@blogger.com21tag:blogger.com,1999:blog-8142259354342178297.post-65867657804016093852008-11-22T09:25:00.004+01:002008-11-28T20:23:39.502+01:00::: ¡Al fin! :::<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjRRU_iVlk1YCmbXLDu2Vd8jzXYTiJlWUCa4sdFWeMVw0UkW_Gfpzgf-iLzlyV3JaI4h7QXzWIu7-5GBIdblUuD-KTnbrdfWpSrjtOFUUJLhH8Ucprqek1BuXD9X0kTR7_9eqMNkU3atFh2/s1600-h/Imagen2+005.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5270850185095929410" style="FLOAT: left; MARGIN: 0pt 10px 10px 0pt; WIDTH: 320px; CURSOR: pointer; HEIGHT: 240px" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjRRU_iVlk1YCmbXLDu2Vd8jzXYTiJlWUCa4sdFWeMVw0UkW_Gfpzgf-iLzlyV3JaI4h7QXzWIu7-5GBIdblUuD-KTnbrdfWpSrjtOFUUJLhH8Ucprqek1BuXD9X0kTR7_9eqMNkU3atFh2/s320/Imagen2+005.jpg" border="0" /></a>
<br /><meta content="text/html; charset=utf-8" equiv="Content-Type"><meta content="Word.Document" name="ProgId"><meta content="Microsoft Word 11" name="Generator"><meta content="Microsoft Word 11" name="Originator"><link href="file:///C:%5CDOCUME%7E1%5CJOSEEN%7E1%5CCONFIG%7E1%5CTemp%5Cmsohtml1%5C01%5Cclip_filelist.xml" rel="File-List"><style> <!-- /* Style Definitions */ p.MsoNormal, li.MsoNormal, div.MsoNormal {mso-style-parent:""; margin:0cm; margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:widow-orphan; font-size:12.0pt; font-family:"Times New Roman"; mso-fareast-font-family:"Times New Roman";} @page Section1 {size:595.3pt 841.9pt; margin:70.85pt 3.0cm 70.85pt 3.0cm; mso-header-margin:35.4pt; mso-footer-margin:35.4pt; mso-paper-source:0;} div.Section1 {page:Section1;} --> </style>
<br /><p class="MsoNormal" style="TEXT-ALIGN: justify">Al fin hoy envío <span style="font-size:85%;"><em><b><span style="COLOR: rgb(153,51,0)">C</span></b><b><span style="color:blue;">ÉFIRO DEL </span></b><b><span style="COLOR: rgb(153,51,0)">O</span></b><b><span style="color:blue;">ESTE</span></b></em></span> a los que me pedisteis un ejemplar. Al fin saldrán en dirección a Hospitalet del Llobregat (Barcelona), Sevilla, La Pobla de Vallbona (Valencia), Rubí (Barcelona), Peñíscola,(Castellón), Madrid, Avilés (Asturias), Badajoz, Guadalajara, Cádiz, Málaga e incluso Managua (Nicaragua) ese puñado de hojas impresas y encuadernadas que llamamos libro, y que recopila nuestros pensamientos e impresiones, nuestras reflexiones y preocupaciones volcadas durante tres meses en el blog, en este nuevo medio de comunicación masivo e inmediato que la tecnología a puesto a nuestro alcance.</p><p class="MsoNormal" style="TEXT-ALIGN: justify">Creo que haberlo convertido en libro ha completado el ciclo, ha posibilitado que lo efímero de cada artículo y sus comentarios, tapados por el siguiente y por el paso del tiempo, quede para la posteridad, tal como lo vivimos, entre las páginas de esta obra.</p><p class="MsoNormal" style="TEXT-ALIGN: justify">Gracias a todos los que me habéis solicitado una, y gracias, desde luego, a todos los que me leéis y me dejáis vuestro comentario.</p><p class="MsoNormal" style="TEXT-ALIGN: justify">¡Ah!, y sabed que <span style="font-size:85%;"><em><b><span style="COLOR: rgb(153,51,0)">C</span></b><b><span style="color:blue;">ÉFIRO DEL <span style="COLOR: rgb(153,0,0)">O</span>ESTE</span></b></em></span>, volumen II, sigue haciéndose semana tras semana</p>
<br />josé javierhttp://www.blogger.com/profile/07276077488718722199noreply@blogger.com28tag:blogger.com,1999:blog-8142259354342178297.post-89001556432656848732008-11-15T08:55:00.002+01:002008-12-08T18:34:21.299+01:00::: Panegírico a noviembre :::<div align="justify">De todos los meses del año, tú eres el más entrañable, ¡oh, íntimo noviembre!, corazón del luminoso otoño sevillano. Este año nos has regalado la mañana de tu primer día cubierta por una intensa niebla, haciéndonos irreal y húmedo el ineludible paseo al cementerio de San Fernando. Y nos has regalado también los primeros fríos, obligándonos poco a poco a utilizar la ropas de abrigo, inundándose nuestros hogares del olor a naftalina que desprenden los jerseys y chaquetas recién salidos del armario. </div><div style="text-align: justify;">Tus días son húmedos y cálidos a la vez, anegando nuestras calles con las olorosas humaredas blancas de las castañas asadas que por las tardes los rayos de sol de los días despejados quieren disipar reverberando en las paredes con tibieza, intentando quedarse allí pegados a pesar de que los precoces crepúsculos los releguen a las pocas horas.<br /></div><div align="justify">El paso de tus semanas nos hace transitar entre el caluroso octubre y el invernal diciembre, sirviéndonos para disfrutar de los ocres colores de las arboledas de los parques, imaginar a don Juan Tenorio seduciendo por las antiguas calles, poder degustar los asados de venado con setas en cualquier venta de la sierra o sentir que Sevilla es algo más que las fiestas de primavera y el tórrido verano. Que Sevilla es también una misa en latín una húmeda mañana en <st1:personname productid="la Capilla Real" st="on"><st1:personname productid="la Capilla Real" st="on">la Capilla Real</st1:personname></st1:personname> de <st1:personname productid="la Catedral" st="on"><st1:personname productid="la Catedral" st="on">la Catedral</st1:personname></st1:personname>, un café caliente en <st1:personname productid="la Plaza" st="on"><st1:personname productid="la Plaza" st="on">la Plaza</st1:personname></st1:personname> del Pan, un paseo lluvioso bajo el paraguas por la calle Sierpes o una tarde de compras en Alcaicería, José Gestoso o Tetuán, arropándote en tu abrigo mientras van colgando el alumbrado navideño que nos recuerda que pronto tendremos que instalar el nacimiento en nuestros hogares allá por el día de <st1:personname productid="la Inmaculada." st="on"><st1:personname productid="la Inmaculada." st="on">la Inmaculada.</st1:personname></st1:personname></div><div style="text-align: justify;">Vuelve pronto, ¡oh, íntimo noviembre!, haciéndonos sentir de nuevo tu acogedor y plácido pasar de la vida.</div>josé javierhttp://www.blogger.com/profile/07276077488718722199noreply@blogger.com27tag:blogger.com,1999:blog-8142259354342178297.post-6063573248936424422008-11-08T08:13:00.003+01:002008-11-08T08:18:34.752+01:00::: Los tiempos cambian :::<div style="text-align: justify;">Juan por fin pudo llegar a Sevilla. Ya hacía más de treinta años que no pisaba sus calles a pesar de que desde su partida inicial había vuelto regularmente. Así que se aposentó en una esquina del barrio de <st1:personname st="on" productid="la Macarena">la Macarena</st1:personname>, arrabal ubicado muy cerca de donde venía, y contempló pasar a la gente, sobre todo a las mujeres, su obsesión desde siempre.<br /></div><div style="text-align: justify;">Y lo que vio no le gustó, porque las notó más calladas, con más prisas, más serias y reservadas. Incluso vio pasar a algunas con auriculares en los oídos, como si quisieran evadirse de lo que le rodeaba escuchando alguna canción estridente.<br /></div><div style="text-align: justify;">Dando un suspiro con cierta tristeza decidió que era el momento de comenzar, seleccionando una treintañera morena que vio llegar en esos momentos. La chica tomó un taxi delante de él y ni corto ni perezoso subió por la otra portezuela sentándose a su lado. Utilizando su encantadora sonrisa, la que enamorara a tantas damiselas en sus tiempos, le preguntó su nombre.<br /></div><div style="text-align: justify;">—María— le contestó ella sin soltar un teléfono pequeño por el que hablaba, y sin extrañarse lo más mínimo.<br /></div><div style="text-align: justify;">Entonces le cogió la mano, truco que no solía fallarle, y le recitó una poesía de amor. Ella colgó el teléfono y con cara de desinterés le contestó de nuevo:<br /></div><div style="text-align: justify;">—Aunque no me acuesto con nadie desde hace años y tu método no deja de ser original, me esperan en la oficina, y después de comer cojo el Ave a Madrid, donde me reúno con el comité ejecutivo de mi empresa… No tengo tiempo para estas cosas. Lo siento, guapetón.<br /></div><div style="text-align: justify;">Frustrado de bajó del taxi en el siguiente semáforo, ya en <st1:personname st="on" productid="la Alameda">la Alameda</st1:personname> de Hércules, buscando con la mirada la próxima víctima, una femenina señorita que paseaba su perro por el bello paseo arbolado.<br /></div><div style="text-align: justify;">—Ésta no parece tener prisa— se dijo mientras se acicalaba el bigote y se le acercaba dispuesto.<br /></div><div style="text-align: justify;">—¡Qué día más bonito para el amor!, ¿verdad?— le señaló sonriendo al tiempo que otra mujer, que caminaba a su lado, se le quedó mirando con cara de espanto. Y cual no sería su sorpresa cuando zampó un beso en la boca a la chica del perrito. Después lo miró y le dijo:<br /></div><div style="text-align: justify;">—Es mi pareja, desgraciado.<br /></div>El pobre Juan se quedó de piedra viendo cómo se alejaban cogidas de la mano.<br /><div style="text-align: justify;">No queriendo darse por vencido buscó de nuevo entre la gente que pasaba por allí, viendo llegar a la que le pareció una vulgar ama de casa tirando de su carrito de la compra.—Con esta no fallaré— se volvió a decir entre dientes.<br /></div>— ¿La puedo ayudar?—le preguntó con galantería.<br /><div style="text-align: justify;">Ella lo miró sorprendida, aunque enseguida le sonrió con cierta tristeza contestándole resignada:<br /></div><div style="text-align: justify;">—¿Puede llevar la compra a casa, recoger a mis hijos del cole, encargar el disfraz de la niña para la fiesta de Hallowen, hacer la comida del mediodía, llevar los niños por la tarde al pediatra, ir a la reunión de vecinos de la comunidad… y de camino explicarle<span style="font-size:0;"> </span>a mi marido por qué me duele la cabeza por las noches?<br />Apabullado se sentó en un banco bajo un majestuoso álamo no sabiendo muy bien qué estaba ocurriendo. Entonces se acomodó a su lado una señora algo madurita, con cierto atractivo y muy arreglada, que le sonrió descaradamente.<br /></div><div style="text-align: justify;">—Te invito a un café, moreno.<br /></div>Juan volvió a quedarse estupefacto. ¡Estaba ligando con él! ¿Cómo era eso posible?<br /><div style="text-align: justify;">—No, gracias— le contestó herido en su orgullo varonil, levantándose con rapidez.<br />Y cabizbajo y derrotado Juan Tenorio, el mítico don Juan, regresó al cementerio de San Fernando lamentándose de la muerte de <st1:personname st="on" productid="la Seducción">la Seducción</st1:personname> a manos de la modernidad.</div>josé javierhttp://www.blogger.com/profile/07276077488718722199noreply@blogger.com19tag:blogger.com,1999:blog-8142259354342178297.post-34370717388779577312008-11-01T23:08:00.000+01:002008-11-01T20:15:07.880+01:00::: Carta a mi hijo :::<div align="justify">Querido hijo: </div><div align="justify">Ahora que el paso de los años te ha convertido en un hombrecito, ahora que ya eres independiente y cada vez nos necesitas menos, ahora que cumples 13 años quiero decirte, querido hijo, que eres, junto a tu hermana, lo mejor que nos ha pasado a tu madre y a mí en esta vida.<br />Y nos apena que hayas crecido, que estos años hayan pasado tan veloces, que aquel bonito niño que eras haya desaparecido, que ya no te pueda coger en brazos, que no te tenga que bañar o darte de comer, que no necesites que me levante por las noches a darte agua o a arroparte… En fin, que seas mayor.<br />Pero sin embargo nos ilusiona el hombre que serás, el futuro que tendrás, tu trabajo, tu esposa y tus futuros hijos… aunque queremos que todo eso tarde en llegar, y sigas mucho tiempo en casa, como ahora, jugando en el ordenador en tu cuarto o acompañándonos en los paseos de los domingos junto a tu hermana.<br />Por último tu madre y yo te deseamos el día de tu cumpleaños que disfrutes la vida como nosotros la estamos disfrutando. Haz de todo con prudencia, sin correr peligros ni dañar a nadie, pero vive la vida intensamente, porque los años pasan sin detenerse, y no vuelven.<br />Siempre nos tendrás para lo que necesites, no lo olvides. ¡Ah! Y feliz cumpleaños.</div>josé javierhttp://www.blogger.com/profile/07276077488718722199noreply@blogger.com23tag:blogger.com,1999:blog-8142259354342178297.post-86913665961707011612008-10-25T09:13:00.007+02:002008-10-26T12:06:11.733+01:00::: ¡Conseguido! :::<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg9TsjR7YnRvsgWnvbbYSF02Z0-MZfW0PVpy7DBcFG3Tp7cKJuNaOfwCQ3amwtk0Hp34YjCMTC8o0j4UQrKtud5vwB1bAHpXTU35sCmJhc3GxBE_JBBBDXMUyZ7HGjDGuDZ3_AseeyYmp0I/s1600-h/Imagen2+002.jpg"><img style="margin: 0pt 10px 10px 0pt; float: left; cursor: pointer; width: 240px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg9TsjR7YnRvsgWnvbbYSF02Z0-MZfW0PVpy7DBcFG3Tp7cKJuNaOfwCQ3amwtk0Hp34YjCMTC8o0j4UQrKtud5vwB1bAHpXTU35sCmJhc3GxBE_JBBBDXMUyZ7HGjDGuDZ3_AseeyYmp0I/s320/Imagen2+002.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5261063539616574850" border="0" /></a><br /><br /><br /><br /><br /><br /><span style="font-size:130%;">Esta vez una imagen vale<br />más que mil palabras<br /><br /><br /><br /><br /><br /><span style="font-size:85%;">Incluso en el <a href="http://historiasdedivan.blogspot.com/2008/10/no-podra-ser-de-otra-manera.html">Divan de Cristina</a> Céfiro del Oeste es psicoanalizado.</span><br /></span>josé javierhttp://www.blogger.com/profile/07276077488718722199noreply@blogger.com32tag:blogger.com,1999:blog-8142259354342178297.post-83479210730217349262008-10-18T17:34:00.003+02:002008-10-18T22:24:26.053+02:00::: Un rayo de luna :::<div align="justify">Malhumorado llegó a su casa después de una jornada infernal. Crisis, hipotecas, subidas de precios, problemas en el trabajo y demás horribles asuntos fueron sus acompañantes aquel infausto día. Por eso se quitó la corbata en el pasillo y la arrojó lo más lejos que le fue posible.<br />Sentado en el borde de la cama cerró los ojos deseando encontrar la forma de relajarse, de poder olvidar los problemas, de superar aquella angustia que le oprimía el pecho y que apenas le dejaba respirar. La deshabitada casa no le ayudó, y sintió que su mujer e hijos estuvieran fuera aquellos días. </div><div align="justify">Como un vagabundo recorrió las habitaciones sin encender las luces, queriendo encontrar en algún rincón del hogar la calma que su alma necesitaba… hasta que al doblar el pasillo vio un llamativo resplandor en el suelo del despacho. ¿Había una luz encendida? ¡Qué raro!<br />Y al acercarse comprobó que era la luz de la luna, llena aquel día, la que había conseguido recorrer los 384.400 kilómetros que los separaban de él y encontrar el recoveco necesario para acabar en su habitación preferida. Y se acercó a la ventana, descubriendo la esfera gris blanquecina justo enfrente suya. Como un autómata se sentó en el sillón y reclinó la cabeza en el respaldo, sintiendo en su cara aquel rayo de luna, que lo fue reconfortando en apenas unos segundos.<br />Y allí se quedó, bajo la claridad lunar, sonriendo para sí al saberse pequeño e insignificante aunque al fin feliz aquel aciago día. </div>josé javierhttp://www.blogger.com/profile/07276077488718722199noreply@blogger.com16tag:blogger.com,1999:blog-8142259354342178297.post-57460503482750938532008-10-11T10:30:00.004+02:002008-12-08T18:35:18.172+01:00::: Creadora de vida :::<div style="text-align: justify;">Luisa se sentó a desayunar con nosotros dejando la bolsa del supermercado en el suelo y esbozando una amplia sonrisa.<br />Era un día cualquiera de comienzos de otoño, en el que la nueva estación parecía asomarse por el Aljarafe sevillano enviándonos alguna brisa fresca y húmeda aquella mañana.<br />Y, veréis, tras darle dos tragos al café, la amiga de mi mujer comenzó a charlar con su verborrea fluida y ágil contándonos cosas de sus hijos, de su marido, del tiempo, de política y de su trabajo, dejando caer que últimamente se le acumulaba en el laboratorio la faena.<br />Ya para entonces nos habían traído las tostadas, y mientras echaba el aceite en la mía soltó que la tarde anterior había conseguido tres embriones viables…<br />Sí… como si tal cosa, igual que había contado que el precio de la leche había subido o que el mayor de sus hijos había empezado a jugar a baloncesto nos dijo que ¡uniendo en su laboratorio un óvulo previamente extraído del ovario de una señora y un espermatozoide de su respectivo marido había conseguido un embrión! O sea, ¡una vida nueva!<br />Yo la miré a la cara fascinado mientras rebosaba el aceite en mi tostada sin poder creer que alguien pudiera contar cómo creaba vida mientras desayunábamos.<br />Y como comprenderéis, mi tostada se enfrió en el plato mientras escuchaba en qué empleaba su tiempo aquella fantástica mujer…<br /><br /><div style="text-align: right; font-style: italic;">Soledad Sánchez estaba allí, como nos relata en su <a href="http://mismanosabiertas.blogspot.com/2008/11/jos-javier.html">blogverso</a> del día 21 de noviembre.<br /></div></div>josé javierhttp://www.blogger.com/profile/07276077488718722199noreply@blogger.com14tag:blogger.com,1999:blog-8142259354342178297.post-9072734757581217082008-10-04T10:31:00.004+02:002008-10-05T10:49:52.164+02:00::: ¡Notición! :::<meta equiv="Content-Type" content="text/html; charset=utf-8"><meta name="ProgId" content="Word.Document"><meta name="Generator" content="Microsoft Word 11"><meta name="Originator" content="Microsoft Word 11"><link rel="File-List" href="file:///C:%5CDOCUME%7E1%5CJOSEEN%7E1%5CCONFIG%7E1%5CTemp%5Cmsohtml1%5C01%5Cclip_filelist.xml"><!--[if gte mso 9]><xml> <w:worddocument> <w:view>Normal</w:View> <w:zoom>0</w:Zoom> <w:hyphenationzone>21</w:HyphenationZone> <w:punctuationkerning/> <w:validateagainstschemas/> <w:saveifxmlinvalid>false</w:SaveIfXMLInvalid> <w:ignoremixedcontent>false</w:IgnoreMixedContent> <w:alwaysshowplaceholdertext>false</w:AlwaysShowPlaceholderText> <w:compatibility> <w:breakwrappedtables/> <w:snaptogridincell/> <w:wraptextwithpunct/> <w:useasianbreakrules/> <w:dontgrowautofit/> </w:Compatibility> <w:browserlevel>MicrosoftInternetExplorer4</w:BrowserLevel> </w:WordDocument> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 9]><xml> <w:latentstyles deflockedstate="false" latentstylecount="156"> </w:LatentStyles> </xml><![endif]--><style> <!-- /* Style Definitions */ p.MsoNormal, li.MsoNormal, div.MsoNormal {mso-style-parent:""; margin:0cm; margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:widow-orphan; font-size:12.0pt; font-family:"Times New Roman"; mso-fareast-font-family:"Times New Roman";} @page Section1 {size:595.3pt 841.9pt; margin:70.85pt 3.0cm 70.85pt 3.0cm; mso-header-margin:35.4pt; mso-footer-margin:35.4pt; mso-paper-source:0;} div.Section1 {page:Section1;} --> </style><!--[if gte mso 10]> <style> /* Style Definitions */ table.MsoNormalTable {mso-style-name:"Tabla normal"; mso-tstyle-rowband-size:0; mso-tstyle-colband-size:0; mso-style-noshow:yes; mso-style-parent:""; mso-padding-alt:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt; mso-para-margin:0cm; mso-para-margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:widow-orphan; font-size:10.0pt; font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:#0400; mso-fareast-language:#0400; mso-bidi-language:#0400;} </style> <![endif]--> <p style="text-align: justify;" class="MsoNormal">¡Decisión tomada! ¡<b style=""><span style="color: rgb(153, 51, 0);font-size:10;" ></span></b><b style=""><span style="font-style: italic;font-size:85%;" ><span style="color: rgb(153, 0, 0);">C</span><span style="color: rgb(0, 0, 153);">ÉFIRO de</span>l <span style="color: rgb(153, 0, 0);">O</span><span style="color: rgb(0, 0, 153);">ESTE</span></span><span style="color: rgb(51, 51, 153);"> </span></b>será un libro!</p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="MsoNormal">Todos los post publicados desde el 1 de abril al 30 de junio, seguidos de vuestros comentarios, serán recopilados y editados.</p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="MsoNormal">Jamás pensé que me haría tanta ilusión cumplir este deseo, llevar a acabo este proyecto, convertir en libro el trabajo común que entre todos hemos realizado, que entre todos hemos dado vida. Porque los autores del libro seremos todos.</p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="MsoNormal">Por eso es muy importante que si queréis <u>cambiar el nombre o link</u> con el que aparecéis en vuestros comentarios, me lo digáis, sobre todo los que aparecéis con nombre y apellidos. Podemos poneros como anónimo o cambiando el link.</p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="MsoNormal">Todavía tardará algún tiempo y serán pocos ejemplares (es caro)… pero habrá merecido la pena.</p> josé javierhttp://www.blogger.com/profile/07276077488718722199noreply@blogger.com25tag:blogger.com,1999:blog-8142259354342178297.post-7634071502660882042008-09-27T00:17:00.004+02:002008-09-27T00:22:50.462+02:00::: Algo falla :::<div align="justify">Aquel día había batido todas sus marcas en la oficina. ¡Eran más de las once de la noche cuando por fin terminó! Ofuscado condujo su automóvil hasta el parking subterráneo cercano a su casa maldiciendo las horas extras que casi le obligaban a hacer.<br />Allí lo estacionó, como todos los días, dirigiéndose a la salida avanzando como un autómata por entre los coches y motos que esperaban a sus dueños aparcados en ordenadas filas.<br />Pensando en una reconfortante ducha empujó la puerta subiendo la escalera que llegaba a los jardines ubicados sobre el aparcamiento… cuando se percató de que la cancela estaba cerrada.<br />—¡Mierda! No he cogido las llaves— se dijo al mirarse los bolsillos, comenzando a descender de nuevo con la idea de salir por la rampa de acceso. Pero… la puerta de salida se había cerrado, como era lógico… y se abría con la misma llave que la cancela. ¡Estaba atrapado!<br />Riéndose para no llorar se sentó en los escalones, agotado, sudoroso y abatido, sintiendo que era el más estúpido de todos los seres humanos.<br />—Bueno, ¿saldrá alguien a estas horas? ¿Debería llamar a los bomberos? ¿A la policía? ¿Me salto la reja?— se preguntó sopesando sus posibilidades, temiéndose estar allí horas eternas como un tonto.<br />Hasta que al fin se decidió. Dejando su maletín en el suelo y quitándose la chaqueta y la corbata se subió al pasamano de la escalera, comprobando que desde allí arriba la reja sólo le llegaba hasta medio cuerpo. Y con cuidado y sin prisas pasó una pierna, después la otra…hasta dejarse caer.<br />Llegó al suelo en un instante… aunque algo no había ido bien. Tenía sangre en la mano y en el dedo.<br />—¡Dios mío! ¿Qué me ha ocurrido?— exclamó al fin agarrándose la mano izquierda con la derecha, viendo cómo su dedo anular estaba abierto como un libro en toda su longitud y una viscosa y caliente sangre roja le caía por la palma. ¡La reja le había desgarrado el dedo!<br />Aterrorizado envolvió la herida con el pañuelo y levantó la cabeza buscando ayuda, saliendo a la calzada en dirección a unos cuantos coches que en esos momentos pasaban por allí.<br />—¡Por favor, ayúdeme!— gritó dirigiéndose al primero. Pero el ocupante lo miró indiferente y siguió su camino, igual que el siguiente, y el siguiente, y el siguiente.<br />—Pero… ¡no se detiene ninguno!— se dijo horrorizado. ¡¿Cómo no se van a parar si les estoy pidiendo ayuda?!<br />Pero así era. Los cuatro primeros coches no se detuvieron a pesar de verlo herido… Y no lo podía entender. Hasta que tuvo que ponerse delante del siguiente, que frenó antes de atropellarlo.<br />Y al fin, en la mente de aquel conductor, se encendió una tenue llamita de humanidad, y bajando la ventanilla le preguntó:<br />—¿Lo puedo ayudar?<br />Entonces se retiró el pañuelo y le enseñó la herida.<br />—Suba— le dijo no demasiado convencido… y en pocos minutos lo llevó, me llevó, al hospital donde me suturaron la herida del dedo, aunque la del espíritu quedó abierta para siempre. </div><div align="justify">Desde entonces la tristeza por haber comprobado cómo la raza humana se ha desvirtuado hasta tan despreciable extremo anida en mi alma, sobre todo al pensar que es muy probable que yo tampoco hubiera detenido el coche… Algo falla.</div>josé javierhttp://www.blogger.com/profile/07276077488718722199noreply@blogger.com20tag:blogger.com,1999:blog-8142259354342178297.post-36522997950363722542008-09-20T10:09:00.000+02:002008-10-28T23:14:41.613+01:00:::La vuelta al hogar (y II) :::<div style="TEXT-ALIGN: justify">Y ¿Sabéis qué es lo que hice tras abrir Céfiro del oeste? Pues buscar el primer día, aquel remoto 1 de abril que cumplía 44 años. Y con cierta nostalgia lo leí, sonriendo al recordarme ese día, emocionado, escribiendo algo para alguien que nuca vería, si es que alguien lo leía alguna vez, claro.<br />Después abrí el siguiente post, y el siguiente, y los fui leyendo todos, uno a uno. Allí estaban “El encanto de lo cotidiano”, "Hoy he visto el arco iris”, La fábula del oso y la potrilla”, “Gracias”, "La brevedad de la belleza”… todos seguidos de vuestros comentarios.<br />Al principio erais pocos y desconocidos, después lentamente fuisteis siendo más, repitiéndoos en vuestras visitas, aportando vuestros pensamientos e ideas desde vuestros lejanos ordenadores... convirtiéndoos en amigos verdaderos.<br />Y así, semana tras semana, siguieron apareciendo nuevos post. Os acordaréis de “El regreso”, “La heteroamistad”, “Los desafíos”, “Un silbido de felicidad”, "Una fantasía sexual”, etc…<br />Y entonces lo vi claro. Aquello no era sólo un blog. Era algo más. Era un LIBRO.<br />Aquellos post que iba leyendo, seguidos de vuestros comentarios, tenían fuerza, dinamismo, personalidad… Se habían convertido, al juntarse, en un todo, en “CÉFIRO DEL OESTE”.<br />Así que ahora estoy confuso, desorientado. ¿Merecerían los post ser publicado en papel? ¿Hacerles una portada? ¿Editar unas decenas de libros que poder tener entre las manos, que poder regalar, que poder colocar en la biblioteca junto a nuestras novelas preferidas?</div>josé javierhttp://www.blogger.com/profile/07276077488718722199noreply@blogger.com20tag:blogger.com,1999:blog-8142259354342178297.post-55473908642081708642008-09-14T18:45:00.003+02:002008-09-21T10:08:49.792+02:00:::La vuelta al hogar :::<div style="text-align: justify;">La Tierra ha dado por fin el inevitable cuarto de vuelta y el viento comienza a soplar a ratos del septentrión, arrojando sobre nuestras maltrechas ciudades sureñas el aliento del otoño...<br />Y yo he vuelto al hogar, cerrando nuestra casa de verano de forma irremediable. El 15 de septiembre es la fecha señalada que nos obliga a volver a la morada urbana, a abandonar las cenas en el jardín bajo la dama de noche, a dejar atrás los paseos por la playa, las calurosas amanecidas, los chapuzones en la piscina y las paellas con los amigos... En definitiva a volver a la monotona y plácida rutina.<br />Y con ese bagaje he entrado en el piso, he descorrido las polvorientas cortinas, subido las anquilosadas persianas y ventilado los dormitorios y la salita. Y tras recorrer con cierta nostalgia el pasillo he llegado al despacho, sentándome en mi viejo y querido sillón. Y allí, sobre mi mesa de trabajo, aparecieron antiguas historias, dormidos proyectos... y mi ordenador.<br />Casi sin querer lo he encendido, surgiendo el familiar fondo de escritorio con la foto de mis hijos y mi mujer sonriéndome... y mis numerosos accesos directos. Poco a poco los fui repasando, uno a uno, sin prisa, hasta llegar al que aparecía más gastado, más usado que todos los demás: C<span style="font-style: italic;">éfiro del oeste.</span><br />¡<span style="font-style: italic;">Céfiro del oest</span>e! Uff... Allí estaba esperándome, tal como lo dejé el 30 de junio, abandonado, dormido, o simplemente detenido en el tiempo, aguardando el impulso, el aliento que lo lance de nuevo al ciberespacio del la red, por donde llegue a... ¡a todos vosotros! <br /></div>josé javierhttp://www.blogger.com/profile/07276077488718722199noreply@blogger.com15tag:blogger.com,1999:blog-8142259354342178297.post-55174959295161283402008-06-30T00:23:00.000+02:002008-06-30T00:23:00.774+02:00::: Cerrado por vacaciones:::<div style="text-align: justify;">Después de un intenso y apasionante trimestre, después de pasar nuestra luminosa primavera junto a todos vosotros, y después de que Euro me expulsara de estas latitudes, Céfiro del oeste se marcha junto a su familia buscando un lugar adecuado donde pasar el cruél estio sevillano.<br />Nada de esta maravillosa experiencia hubiera sido posible sin vosotros, el motivo de tantas y tantas letras derramadas, interesantes temas discutidos y especiales momentos vividos, y sin vuestros comentarios, imprescindibles alimentos para el blog y para mí, siempre deseando encender el ordenador y encontrarme con vuestras nuevas visitas.<br /><br /><br /><div style="text-align: center;">Por eso GRACIAS.<br /></div><br /><div style="text-align: center;"><br /></div>Volveré cuando el otoño permita al Céfiro del oeste regresar a su amada Sevilla. </div>josé javierhttp://www.blogger.com/profile/07276077488718722199noreply@blogger.com43tag:blogger.com,1999:blog-8142259354342178297.post-58831913185789064792008-06-26T00:11:00.002+02:002008-06-26T13:28:48.801+02:00::: La llegada del dios Euro :::<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">El dios <i>Céfiro</i> se levantó una vez más de su morada y se dirigió, acarreando su brisa húmeda y vivificante, a la pequeña abertura situada entre las dos grandes extensiones de tierra, Ευρώπη (Europa), hija de Agenor y de Telefasa, y Άφρική (África), el gran continente de fuego.<br />Sonriente sopló por el pequeño estrecho que las separaba, el lugar donde Heracles robara el rebaño de bueyes sagrados, la unión del <i>Okeano </i>o<i> Gran Mar de Afuera</i> con el <i>Mar de en Medio de <st1:personname productid="la Tierra. Y" st="on"><st1:personname productid="la Tierra." st="on"><st1:personname productid="la Tierra. Y" st="on">la Tierra<span style="font-style: normal;">.</span></st1:personname> Y</st1:personname></st1:personname></i> ese suave hálito se dispersó en todas direcciones, subiendo, casi sin él percatarse incluso por el valle del río que desembocaba bastante más al norte, el <i>Tertis</i> (Guadalquivir), vivificando sus tierras fértiles y reconfortando a sus habitantes con unas temperaturas dulces y suaves.<br />Aquella primavera estaba siendo especial. Sus hermanos <i>Anemoi</i>, los otros dioses del viento, lo habían dejado soplar en aquellas latitudes, y él se había aprovechado, disfrutando de aquel rincón del planeta, uno de sus favoritos, durante casi toda la primavera.<br /><i>Boreas</i>, el viento del norte, estaría en su Tracia natal ocupado en cuidar a sus doce potros o soplando en algún mar ártico sus gélidas brisas.<br /><i>Noto</i>, el viento del sur, recorrería los mares meridionales atiborrándose de agua para descargar sus tormentas de verano al llegar al norte.<br />Y después estaba <i>Euro</i>, su tercer hermano, el viento del este, el responsable del calor sofocante. Debía estar por los desiertos de África levantando ventiscas cálidas o tormentas de arena. Aunque era extraño que por aquellas fechas no hubiera aparecido ya.<br />Y con esos pensamientos recorrió los farallones de cada lado del estrecho, Calpe y Abila, dichoso por aquellos días de tranquilidad.<br />Pero cuando el sol se ponía a su espalda notó erizarse la mar de forma extraña, de forma grosera. Algo se oponía a la dirección del oleaje que él dirigía. ¡Era <i>Euro</i>! No había dudas. Arrugando el ceño sopló con más fuerza, haciendo entrechocar sus ráfagas contra las cálidas y secas de su hermano, que riéndose a carcajadas apareció, al fin, en el horizonte oriental.<br />Él sabía que era su turno, sabía que había tenido más días de los que le correspondía… pero no se quiso marchar. Y empujó con todas su fuerzas enrabietado. Hasta que una voz potente, la voz de <i>Éolo</i>, el padre de los<i> Anemoi</i>, sonó sobre ellos:<br />—¡<i>Céfiro</i>!<br />Eso fue suficiente. Y el dios del poniente, el más suave de todos los vientos, el fructificador, el mensajero de la primavera, se replegó, me replegué, cariacontecido, dejándoos a merced del embravecido levante, que aparecía queriendo recuperar el tiempo perdido, dominando con sus vientos secos y cálidos todo el territorio, nadie sabía muy bien hasta cuando.</p>josé javierhttp://www.blogger.com/profile/07276077488718722199noreply@blogger.com21tag:blogger.com,1999:blog-8142259354342178297.post-65460894425373230782008-06-22T00:15:00.002+02:002008-06-22T19:54:48.790+02:00::: Juntos :::<div align="justify">Meli se incorporó sobresaltada... y contrariada al darse cuenta de que otra vez se había quedado dormida y no había visto el final de la película.<br />Debía ser tarde, apenas entraba ruido por la semiabierta ventana, encontrándose la habitación en una confortable penumbra, sólo iluminada por la tenue luz de la lamparita del viejo escritorio y la que salía de la pantalla del televisor. Entonces se reclinó de nuevo girando la cabeza. Su marido también se había dormido, en su sillón, a su lado, como siempre. Y sonrió para sí entornando los ojos.<br />¡Cuántos años así! ¡Cuántas noches delante del televisor durmiéndose los dos sin querer... pero juntos. ¡Casi cincuenta años!<br />Y poco a poco fue adormilándose de nuevo... y su somnolienta mente retrocedió en el tiempo, evocando los años de juventud, casi de adolescencia, cuando lo conoció en uno de los primeros guateques que asistía...<br />Pepe era por entonces un mozalbete alegre y galante... de intensos ojos negros y pelo agraciado, y ella una guapísima mujercita. Y se enamoraron.<br />Y a partir de aquel momento comenzó el noviazgo. Los días que él la recogía cuando salía de trabajar en el hospital de la Cruz Roja donde era enfermera, los paseos en Vespa con el club de amigos, los felices días de excursión al campo con toda la familia, padres, hermanos, tías... y al final ¡la boda!, una calurosa tarde de julio... en el lejano 1962.<br />Después llegaron los hijos, y con ellos las noches en vela, las agotadoras compras en el super, los monótonos pucheros y sartenadas de patatas fritas, las paperas y sarampiones, los accidentes domésticos, los colegios, los locos veraneos, las dos mudanzas... y el vertiginoso pasar de los años. Y gracias a Dios con salud.<br />—Pepe... ¿nos acostamos?<br />—Sí, ya voy— le contestó él casi sin moverse del sitio.<br />En fin, seguiría recordando, pensando en las bodas de sus hijos, de los tres, en la llegada de los primeros nietos, en la pérdida de sus mayores, en los inevitables achaques, en los cambios de forma de vida, en la nueva mudanza, en la jubilación de Pepe, en los siguientes nietos... Y se sintió dichosa, y agradecida a Dios y a la vida por tanto dado y vivido...<br />Y mis padres al fin se fueron a la cama agarrados de la mano, saboreando aquellos ratitos de dichosa y feliz monotonía, pensando en el fin de semana siguiente cuando se reunirían de nuevo con sus hijos, nietos y nueras para seguir haciendo familia... mi familia.</div>josé javierhttp://www.blogger.com/profile/07276077488718722199noreply@blogger.com37tag:blogger.com,1999:blog-8142259354342178297.post-28794199803453846952008-06-14T00:15:00.001+02:002008-06-16T11:57:19.268+02:00::: Babel :::<div style="text-align: justify;">Era una época en que la humanidad se sobreponía al exterminio del Gran Diluvio Universal. Una época en la que a los hijos de los hijos de los únicos supervivientes que habían quedado tras la catástrofe les fue ordenado dispersarse y ocupar de nuevo todas las regiones del vacío orbe, repoblándolo más allá de las llanuras de Asiria o de las montañas de Mesopotamia.<br /></div><div style="text-align: justify;">Pero uno de ellos, Nimrod, biznieto de Noé, el primer poderoso de la Tierra, un rey audaz, opresor, tirano, excelente cazador y de espíritu rebelde, no quiso aceptar el designio de Dios, y reunió a todos los descendientes de Noé y les ordenó fabricar ladrillos con los que construir una gran ciudad-fortaleza, Babel. Una vez concluida se instaló en ella su pueblo, desobedeciendo así el mandato de Dios. Y levantó en su centro un monumental trono de plata donde situó una gema gigantesca, ordenando que se la adorase…<br /></div><div align="justify"><div style="text-align: justify;">Envilecido por el poder terrenal, proclamó en una ocasión:<br /></div>—Me vengaré de Dios por haber ahogado a mis antepasados. Si enviase otro diluvio, mi torre será más alta que el Ararat.<br />Y mandó llamar al arquitecto Cus, al que pidió que erigiese un zigurat o torre escalonada, coronada por un templo de oro donde residiría la nueva divinidad protectora y que sería la unión del cielo y de la tierra. La obra fue encargada a su pueblo, que en turnos y a lo largo de años fueron levantándola siguiendo las indicaciones del arquitecto.<br />Pero Dios, al observar a sus hijos hacinados otra vez en una gran ciudad, desaprovechando el vasto mundo que había puesto a sus pies, temió que de nuevo se corrompiesen, entristeciéndose considerablemente al fijarse en la alta torre que construían para desafiarlo.<br />Entonces, enojado, se apareció en sueños a Cus, entregándole un puñado de extrañas y diferentes lenguas para que las repartiera entre sus trabajadores, todos descendientes de los tres hijos de Noé y sus esposas y que hablaban por tanto la misma lengua común, para así castigarlos con la confusión y el caos.<br />El pobre arquitecto los reunió en la gran explanada que había delante de la torre, y tras llamarlos de uno en uno fue repartiendo los idiomas según le había ordenado Dios, indicándoles que por la confusión que se crearía se volvieran a sus casas pues la obra quedaba paralizada.<br /><div style="text-align: justify;">Pero calculó mal, y cuando aún faltaba un numeroso grupo de peones se dio cuenta de que sólo le quedaba un idioma. Harto de aquello, cansado y fatigado les dijo:<br />—A todos vosotros os daré esta última lengua… no me quedan más.</div></div><div style="text-align: justify;">Y como ya no había trabajo que realizar aquellos peones abandonaron la ciudad, distribuyéndose por lejanos países, ocupando Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, España, Guatemala, Guinea Ecuatorial, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Puerto Rico, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.<br /></div>¡Tuvimos suerte!josé javierhttp://www.blogger.com/profile/07276077488718722199noreply@blogger.com43tag:blogger.com,1999:blog-8142259354342178297.post-48933455545124898422008-06-10T00:08:00.003+02:002008-06-18T00:30:56.608+02:00::: Atrapando el presente:::<div align="justify">Ya lo tenía todo preparado. Ese día realizaría por fin el experimento desde la azotea de su casa, en Saint Loup de Varennes, en la Borgoña francesa. Por unos momentos detuvo su ascenso por las espinadas escaleras y sonrió. Había investigado durante mucho tiempo, con numerosos soportes y variadísimos productos químicos, para así poder conseguir fijar las imágenes captadas con la antigua cámara oscura inventada por Da Vinci.</div><div style="text-align: justify;">Nicéforo Niépce subió dos escalones y se detuvo de nuevo. A sus sesenta y un años eran los recuerdos lo único que le iban quedando… y por eso se obsesionaba por atrapar de alguna forma los rasgos de sus nietos, los paisajes de su Borgoña natal, su caballo favorito… Emocionado siguió subiendo, muy despacio, los pocos escalones que le quedaban hasta llegar a la humilde azotea, sabiendo que si lo conseguía, ese día sería el primero de algo grande, de algo que sería capaz de revolucionar el mundo, que daría felicidad a toda la humanidad.<br /></div><div align="justify">Con asombrosa tranquilidad se sentó en su sillón colocado estratégicamente por su hijo, al que guiñó un ojo con complicidad, destapó la lente de su cámara oscura y se reclinó dispuesto a esperar con paciencia, a ser testigo de cómo el hombre conseguía congelar el tiempo, guardar las imágenes de su alrededor para siempre.<br />Y la fachada situada frente a la casa comenzó a reflejar sus formas sobre la plancha de peltre (aleación de zinc, plomo, estaño y antimonio) recubierta de betún de Judea que él había colocado en la parte trasera de su pequeña cámara. Y así durante unas ocho horas, consiguiendo realizar lo que dio en llamar un “punto de vista”, la captura directamente del natural de una imagen y no de grabados, como había hecho hasta entonces.</div><div style="text-align: justify;">Era el año 1826 y por fin había logrado dar el primer paso para acabar con su terrorífica obsesión, con la obcecación de sus últimos años: el paso del tiempo, la pérdida de los días, de los momentos, de en definitiva, la vida… y conservar de esa forma sus recuerdos para la eternidad, atrapando el presente.<br /></div><div align="right"><span style="font-size:85%;"><em>En homenaje a los descubridores de la fotografía<br />Joseph-Nicéphore <strong>Niépce</strong> y Louis Jacques Mandé <strong>Daguerre</strong>,<br />así como a los actuales fotógrafos, cazadores de imágenes para<br />hacerlas inmortales, como mis amigos <a href="http://papugarcia-imagen.blogspot.com/">Papu García </a>y <a href="http://cuchitrilcl.blogspot.com/">Patricia Viot</a>.<br /></em></span></div>josé javierhttp://www.blogger.com/profile/07276077488718722199noreply@blogger.com21tag:blogger.com,1999:blog-8142259354342178297.post-13598349330249811572008-06-06T08:27:00.000+02:002008-06-06T08:27:26.799+02:00::: Los años perdidos :::<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Ese día regresó temprano. Tras una semana de intenso trabajo aquella tarde habían fallado unos clientes y había podido llegar a casa cuando aún sus hijos estaban despiertos. Agotado se sentó en la salita. No tenía ganas de ver la tele, ni de leer. Su mujer daba la merienda en aquellos momentos a los niños, a sus incansables e inagotables hijitos, que enseguida le sonrieron con ternura. No estaban acostumbrados a verlo en casa, así que no le quitaron ojo en todo momento. Y poco a poco se fue relajando, se fue fijando en ellos. ¡Cómo crecían! La mayor cumpliría pronto los cinco, y el niño, él aún era pequeño, pero ¡cómo cambiaban!<br />Y allí sentado sonrió para sus adentros viéndolos reír, manosear los juguetes, mirar los dibujitos de la tele, pintar monigotes, incluso pelearse entre ellos… pasando la tarde ajeno a todo lo que ocurría en el exterior de aquellas cuatro paredes, su mundo.<br />Y recordó una vieja preocupación, una pregunta que se había hecho muchas veces y que, en aquel ratito de tranquilidad, había resuelto. Ya sabía dónde estaban sus años de niñez. Aquellos años de los que no tenía vivencias ni recuerdos, aquellos tiempos que en todo caso conocía por las fotos antiguas de la familia o por lo que le habían contado… Aquellos años perdidos.<br />Y sonrió de nuevo al darse cuenta de que los había recuperado… en sus hijos.<br />Porque los niños pequeños viven sólo de momentos. Sus vidas son una sucesión de instantes, de presentes. No tiene recuerdos. No son conscientes del mañana. Probablemente esa ausencia de pasado y esa falta de futuro es lo que les hace felices, los mantienen dichosos continuamente.<br />Y esas mentes subdesarrolladas que se manejan por impulsos, por instintos, por sensaciones, son la causa de que no tengamos memoria después, que sean años perdidos… hasta que tenemos hijos y los recuperamos en ellos.</p>josé javierhttp://www.blogger.com/profile/07276077488718722199noreply@blogger.com40tag:blogger.com,1999:blog-8142259354342178297.post-42078358812028228072008-05-29T00:05:00.005+02:002008-06-03T21:55:39.629+02:00:::Cuéntame algo aunque me mientas :::<div align="justify"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhpA2TpoOFYQID9yDRzbsiunnzal1TpRlRMb7-w_SNE-w4Gu5ZC8reFhhD2ZUDUYCK95ug6NfRHoNK9gdkguMQmAqmRzjy7ePZ2g9_RhHF3MK6feekNSM1tOLwV5bkXanpq-Cp7wibqyTVB/s1600-h/libro%5B3%5D.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5205162285089192146" style="margin: 0px 10px 10px 0px; float: left;" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhpA2TpoOFYQID9yDRzbsiunnzal1TpRlRMb7-w_SNE-w4Gu5ZC8reFhhD2ZUDUYCK95ug6NfRHoNK9gdkguMQmAqmRzjy7ePZ2g9_RhHF3MK6feekNSM1tOLwV5bkXanpq-Cp7wibqyTVB/s200/libro%5B3%5D.jpg" border="0" /></a>Bajaba corriendo las escaleras de Tagua, las que une el Puente de Triana con el Altozano, cuando me choqué con una chica rubia y de pelo corto.<br />—¡Ten cuidado, hombre!—me dijo contrariada.<br />—Perdón, no te había visto. ¿Te conozco de algo? porque tu cara me suena mucho… ¿Quién eres?—le pregunté al cabo de unos segundos tras fijarme en sus rasgos.<br />—Pues, es posible que me conozcas. <i>Soy licenciada en Filosofía y Letras, rama Historia General, por <st1:personname productid="la Universidad" st="on"><st1:personname productid="la Universidad" st="on">la Universidad</st1:personname></st1:personname> de Valladolid, ciudad a la que añoro a cada instante desde hace 22 años que llegué a Madrid. Llevo 13 años trabajando en banca. Comencé a escribir en el 2001 en Ficticia.com. Actualmente escribo en el foro Iceberg Nocturno y Forum letras Libres</i>— soltó con orgullo mirando al infinito, utilizando un correcto acento pucelano.<br />—¿Quieres un café? Te invito— le dije sin pensarlo mucho. Entonces sonrió y me acompañó hasta sentarnos en un bar justo al borde del Guadalquivir, desde donde se divisaba el famoso Puente de Triana.<br />—Pareces feliz. Debe ser porque aprovechas bien el tiempo. ¿Qué es lo que más te gusta en la vida?— le volví a preguntar al notarla relajada. Parecía que el enfado por el empujón ya se le había pasado. Entonces miró con placer el barquito que pasaba por el río lleno de anonadados turistas, y sonrió.<br />—No acostumbro a tomar café con desconocidos, pero… también me suena tu cara. <i>¿Lo que más me gusta en la vida? Vivir, mis hijos, reírme, los amigos, el mar, escuchar a la gente, observar, viajar, Andalucía y, en concreto, Sevilla y mi Esperanza de Triana</i>...—me contestó al fin.<br />—Me imagino que vienes de verla… Yo voy a menudo. Pero tambié veo que llevas un libro en la mano, ¿con tu foto en la portada? ¿Has escrito en muchos sitios?<br />—<i>Me podrás encontrar en libros como: colaboración especial en el final del libro "Mudayyan" de Xabier González. En la "Antología Oro de Sensibilidades". En Karma Sensual con el relato “El tren de las colinas del té”. En <st1:personname productid="la II" st="on"><st1:personname productid="la II" st="on">la II</st1:personname></st1:personname> y III Antología de narrativa de la asociación de escritores de Mérida, Venezuela. En Creaciones Literarias con el relato “Tiempo de membrillos”. En la antología “Contrarreloj" con el relato "Tus pechos. son mi sangre". En la revista "Alenarte" digital y en la revista en papel "BS" del Banco Sabadell</i>. Y me llamo <a href="http://contartecosas.blogspot.com/"><strong><span style="text-decoration: none;">Mª Ángeles Cantalapiedra</span></strong>.</a><br /></div> <p class="MsoNormal"><a href="http://contartecosas.blogspot.com/"> </a><o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: right;" align="right"><span style="font-size:10;">Gracias Mª Ángeles por tu premio<b><br /><strong>CUÉNTAME ALGO AUNQUE ME MIENTAS,</strong></b><br />por tu blog, por tu sonrisa y por tus madrugones</span>.<o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p>josé javierhttp://www.blogger.com/profile/07276077488718722199noreply@blogger.com22