jueves, 29 de mayo de 2008

:::Cuéntame algo aunque me mientas :::

Bajaba corriendo las escaleras de Tagua, las que une el Puente de Triana con el Altozano, cuando me choqué con una chica rubia y de pelo corto.
—¡Ten cuidado, hombre!—me dijo contrariada.
—Perdón, no te había visto. ¿Te conozco de algo? porque tu cara me suena mucho… ¿Quién eres?—le pregunté al cabo de unos segundos tras fijarme en sus rasgos.
—Pues, es posible que me conozcas. Soy licenciada en Filosofía y Letras, rama Historia General, por la Universidad de Valladolid, ciudad a la que añoro a cada instante desde hace 22 años que llegué a Madrid. Llevo 13 años trabajando en banca. Comencé a escribir en el 2001 en Ficticia.com. Actualmente escribo en el foro Iceberg Nocturno y Forum letras Libres— soltó con orgullo mirando al infinito, utilizando un correcto acento pucelano.
—¿Quieres un café? Te invito— le dije sin pensarlo mucho. Entonces sonrió y me acompañó hasta sentarnos en un bar justo al borde del Guadalquivir, desde donde se divisaba el famoso Puente de Triana.
—Pareces feliz. Debe ser porque aprovechas bien el tiempo. ¿Qué es lo que más te gusta en la vida?— le volví a preguntar al notarla relajada. Parecía que el enfado por el empujón ya se le había pasado. Entonces miró con placer el barquito que pasaba por el río lleno de anonadados turistas, y sonrió.
—No acostumbro a tomar café con desconocidos, pero… también me suena tu cara. ¿Lo que más me gusta en la vida? Vivir, mis hijos, reírme, los amigos, el mar, escuchar a la gente, observar, viajar, Andalucía y, en concreto, Sevilla y mi Esperanza de Triana...—me contestó al fin.
—Me imagino que vienes de verla… Yo voy a menudo. Pero tambié veo que llevas un libro en la mano, ¿con tu foto en la portada? ¿Has escrito en muchos sitios?
Me podrás encontrar en libros como: colaboración especial en el final del libro "Mudayyan" de Xabier González. En la "Antología Oro de Sensibilidades". En Karma Sensual con el relato “El tren de las colinas del té”. En la II y III Antología de narrativa de la asociación de escritores de Mérida, Venezuela. En Creaciones Literarias con el relato “Tiempo de membrillos”. En la antología “Contrarreloj" con el relato "Tus pechos. son mi sangre". En la revista "Alenarte" digital y en la revista en papel "BS" del Banco Sabadell. Y me llamo Mª Ángeles Cantalapiedra.

Gracias Mª Ángeles por tu premio
CUÉNTAME ALGO AUNQUE ME MIENTAS,

por tu blog, por tu sonrisa y por tus madrugones
.

domingo, 25 de mayo de 2008

::: Escribiendo :::

Con la vista cansada de fijarla en la pantalla se echó para atrás frotándose los ojos. Disfrutaba escribiendo, diseñando los personajes y las situaciones, dándoles vidas a unos y a otros para después utilizarlos a su antojo en las escenas de su nueva novela.
En esos momentos de descanso se imaginaba un hábil titiritero moviendo, con los hilos de las teclas, a sus personajes, para que se odiaran o amaran, para que disfrutaran de la amistad o se vengaran de sus enemigos. O diseñando paisajes irreales producto de su fantasía. O recreando momentos históricos del pasado que por el arte de la escritura volvían al presente y se mostraban ante él rejuvenecidos, orgullosos, o tal vez reclamando que alguna vez existieron y que merecían ser recordados.
Incluso, a veces, cuando pasaba alguna semana sin escribir, le parecía oír las voces de sus personajes llamando desde el interior de la pantalla, pidiendo que la encendiera y los sacaran del olvido infundiéndoles vida de nuevo.
Y por último, una vez acabado de teclear, aunque fuera solamente un capítulo, estaba el placer, el gozo infinito de imprimirlo. De verlo materializado en un papel que poder transportar, que poder dar a otra persona para ser leído... Y así transmitir todo su esfuerzo, toda su creación plasmada en palabras, en frases, en párrafos que juntos creaban un mundo de la nada, daban vida a formas, a ideas surgidas de su mente...
Y después de aquellos minutos ensimismado se incorporó de nuevo, acercó la silla a su mesa y buscó la siguiente palabra que teclear...

Dedicado a mi amigo Ignacio Bermejo,
con quien he compartido el fruto de
nuestra pasión común: La escritura

sábado, 24 de mayo de 2008

::: Premio DARDO :::

De nuevo Soledad Sánchez me envía algo. Esta vez no es un desafío, sino ¡un premio! El PREMIO DARDO AL MÉRITO LITERARIO.

Los maestros premiando a los alumnos. El mundo al revés. Pero, bien, tengo la obligación de aceptarlo, y con humildad mostrarlo en mi blog.

Gracias, Soledad, por tu ejemplo de blog solidario, sensible y de alto nivel literario. Y gracias por estimularme con este premio para seguir con esta aventura apasionante.

miércoles, 21 de mayo de 2008

::: Una fantasía sexual :::

Era una playa irreal, desconocida, cálida, luminosa… y solitaria. Y paseó por ella mojándose los pies con las suaves olas que rompían casi pidiendo permiso sobre la fina arena blanca, almagre al ser mojada por el agua salada, oliendo la brisa marina que le traía el salobre sabor a algas y a mar y dejándose acariciar por los dulces rayos del sol.
Y entonces la vio. Salía del mar totalmente desnuda, y sus abundantes pechos caían con sensualidad parcialmente tapados por la negra melena que exprimía ladeando la cabeza con gracia. Sus caderas sobresalían lo justo del contorno de la cintura y sus piernas musculosas caminaban ágilmente subiendo la cuesta hasta quedarse ante él.
Entonces le sonrió, dejándole desconcertado durantes unos momentos, aunque no pudo evitar acariciarle levemente el pelo. Eso fue suficiente para la mujer, que le puso la mano en el hombro hasta tumbarlo en la arena. Después, con soltura, le subió la extraña túnica blanca que llevaba, contemplando por unos momentos su cuerpo viril bañado por los rayos del dios Helios, el hijo de los titanes Hiperión y Tea y hermano de las diosas Selene, la luna, y Eos, la aurora. Y como si él mismo fuera un dios ella lo adoró besándolo con dulzura, casi con veneración, durante unos eternos instantes. Después, con movimientos acompasados, se colocó sobre él ahorcajada… hasta abarcarlo en su totalidad.
El hombre sintió su calor y su humedad, y besó sus pechos que le caían ante la cara y que sabían a mar. Y así soportó la cabalgada de la desconocida y bella mujer hasta que ésta consiguió su propósito y el éxtasis la embargó.
Sonriente descendió del cuerpo del atónito paseante y lo besó en los labios, agradecida. Y como el hombre se mantenía excitado se arrodilló ante él a cuatro patas y se ofreció sumisa, desconcertándolo de nuevo. Aunque su ardor era tal que no dudó en introducirse en ella otra vez. Y eso hizo. Se agarró a sus caderas y la poseyó frenéticamente, notando por cada poro de su piel todas las sensaciones posibles. El aire salado de la playa, la arena clavándose en sus rodillas, los gemidos de la desconocida con cada uno de sus envites, su propio sudor cayéndole por la espalda... hasta vaciarse en ella con numerosas y espasmódicas contracciones. Por unos segundos se quedó quieto, sin soltarle las caderas... y ella volvió la cara, cruzándose las miradas. Él resopló, le sonrió y salió de su interior. Nadie le había dado más placer en su vida.

sábado, 17 de mayo de 2008

::: Un silbido de felicidad :::

Rebujado en las sábanas sentí la claridad del nuevo día colarse por entre las cortinas al tiempo que era consciente otra vez. Apenas eran las siete de la mañana, y era domingo. Sonriendo me volví buscando con la nueva postura el placer infantil y antiguo de sentirse en la cama sin prisas, sin obligaciones, sin hora. Y escuché los agudos chillidos de los vencejos celebrando el nuevo amanecer al pasar junto a mi entreabierta ventana mezclados con el ruido de algún motor lejano de alguien que arrancaba su coche.
Por unos instantes me sentí feliz, muy feliz… Y en esa placentera sensación llegaron hasta mis oídos unos agudos y melodiosos silbidos. Sonriendo de nuevo supe que eran de alguien dichoso, de alguien que paseaba a esa mágica hora satisfecho por su vida, por su familia, por su trabajo… y silbaba anunciando al mundo su felicidad.
Domingo tras domingo me fui acostumbrando a despertarme entre el silbido de aquel desconocido que puntualmente pasaba bajo mi ventana y que mi imaginación había asemejado con la felicidad personificada. Tendría un buen sueldo, un buen coche, un buen trabajo… seguía pensando mientras se alejaban lentamente sus acordes festivos.
Hasta que mi curiosidad venció mi pereza y el domingo pasado nada más escuchar su puntual silbido me levanté de un salto y tras las cortinas lo observé. Y mi mente no pudo comprender lo que mis ojos veían. Era Matías, el mendigo de la plaza que acostumbraba a ver pidiendo en la puerta de la iglesia… Y supe entonces lo que era la VERDADERA felicidad.

martes, 13 de mayo de 2008

::: La heteroamistad :::

¿Por qué me habrá dicho eso?, se preguntó al salir del trabajo. Sabe que estoy casado. ¿Le gustaré?, se siguió preguntando cruzando la atestada calle colmada de transeúntes que como autómatas se dirigían presurosos a sus casas. Hacía calor y aunque el sol ya se había ocultado puso el aire acondicionado del coche tras arrancar el motor.
Ella llevaba poco tiempo en la oficina, y a pesar de no ser demasiado agraciada, caía bien por su simpatía y desparpajo. Y desayunos tras desayunos, ratitos robados al trabajo, conversaciones en los descansos y algún café que otro por las tardes se habían contado cosas, al principio banales, después más profundas. Hasta esa tarde, en la que lo había cogido de la mano y le había dicho: ¡Eres mi mejor amigo!
Eso lo había desarmado. Sonrió y la apartó nervioso… por que… ¿amigos? ¿Podían ser amigos un hombre y una mujer sin… sin sexo?

Condujo su coche más despacio de lo habitual ensimismado por aquel dilema. La verdad es que le agradaba su compañía, su conversación, sus puntos de humor. Y se sentía bien con ella, incluso le había rejuvenecido, porque se llevaban diez años. Pero al cogerle ella la mano la deseó por unos segundos. Sí. A pesar de que había hablado con otros compañeros sobre lo poco femenina que era supo que si se le insinuaba… caería.
Él entendía por amistad el afecto personal, puro y desinteresado, compartido con otra persona, que nace y se fortalece con el trato. Pero… ¿con una mujer? Nunca podría ser desinteresado, estaba el sexo por medio. Y se preguntó: ¿Es mi amante mi amiga? ¿Cúal es la diferencia entre el amor y la amistad? ¿El sexo? Y se acordó de un artículo que leyera no hacía mucho sobre los griegos de la antigüedad, que refería que tenían relaciones homosexuales con sus mejores amigos… y ellos le llamaban amor, pero no amistad.
Hecho un lío llegó a su casa, y antes de abrir la puerta decidió que no podía ser su amigo. O su amante o sólo compañeros.

viernes, 9 de mayo de 2008

::: Los desafíos :::

El lunes pasado Soledad Sanchez (mismanosabiertas.blogspot.com) me retó desafiándome a escribir-compartir seis cosas sin importancia que me gustaran en un post. El miercoles, desde Argentina, Graciella (gracebe1.blogspot.com) me envíaba otro desafío similar. No sé por qué esa moda de desafiarme, con lo pacífico que soy. Aún así acepté ambos desafíos, aunque antes busqué el significado exacto de la palabra "cosa", leyendo en el diccionario que es todo lo que tiene entidad, ya sea corporal o espiritual, natural o artificial, real o abstracta.
Y con estas reflexiones me desperté esta mañana, temprano, antes que sonara el despertador, dejándome acariciar por la claridad que se colaba apabullante en el dormitorio. Y flotando sobre sus rayos de luz entró el piar continuo, el canto alegre de un gorrión. Muy despacio me he levantado, y lo he visto posado en el pretil de la ventana mirándome, dándome a su modo los buenos días. Pero antes de retirarme también me los ha dado la acacia de la acera de enfrente, moviendo presuntuosa sus ramilletes de flores rosas para que me fijara en ella.
Con prisas, como siempre, llegué a la cocina, encontrándomela adormilada, quizás esperando con resignación el ajetreo propio de las horas previas al almuerzo de todos los días. Y me preparé el primer café de la mañana, el mejor, el que levanta el ánimo y te prepara para el trajín del día. Y mientras paladeaba su amargo sabor apoyado en la encimera entró mi hija, recién peinada y dispuesta para salir al colegio. Hoy me tocaba llevarla a mí, y con dulzura me dio mi beso de buenos días, el que me acompañaría durante toda la jornada para darme ánimos y bríos.
Reconfortados con la frescura de la mañana nos dirigimos al colegio, pasando delante de la tienda de Tomás, el frutero, donde su perrita Chispas se nos acercó moviendo el rabo alegre y despreocupada. Yo le obsequié con una cariñosa caricia, y ella me miró con ojos de agradecimiento al marcharnos. Ya sólo me quedaba una cosa sin importancia. Y entonces tuve un pensamiento alegre. El desafío estaba cumplido, y continué mi camino con una amplia sonrisa
Reglas del desafío: 1.-Escribir un post sobre seis cosas sin importancia que nos gusten. 2.-Poner el enlace de la persona que nos ha elegido. 3.-Poner las reglas en el blog. 4.-Elegir seis personas para continuar el desafío. 5.-Avisar a estas personas y dejar un comentario en sus blogs.
Yo elijo a:
Cris (historiasdedivan.blogspot.com)
Marta (super-mujer.blogspot.com)
Marinel (marinelletras.blogspot.com)
Xesca (fgretoques.blogspot.com)
Ignacio (ignaciobermejomartinez.blogspot.com)
SorNataLibrera (elrincondellesorelle.blogspot.com)

martes, 6 de mayo de 2008

::: El regreso :::

Vestido con un fino pantalón a rayas y una chaqueta de hilo blanco respiró el olor de la mañana y se ajustó el viejo panamá un año más, cruzando a la otra acera buscando la sombra. Había llegado pronto, no había dudas, y aunque el calendario apenas marcaba los primeros días de mayo sus ansias por regresar le habían podido. Y caminó presumido decidido a recuperar los días perdidos, los meses ausente de Sevilla muy a su pesar. Y se fijó en la alegría de la gente, en los vendedores de lotería que pregonaban la huidiza suerte, en cómo se daban los buenos días los vecinos, en los camareros de los bares sacando las mesas a las terrazas, las que se convertirían a la hora de la cerveza en islas de raciones y tintos de verano. Y olió el aroma de los guisos mientras leía en la pizarra las antiguas tapas añoradas en su destierro. Y el olor de la calle recién regada, y del serrín de la barra. Y sonrió al escuchar canturrear por fandangos a un pedigüeño junto a unos extranjeros que desayunaban en el bar igual de maravillados que él.
Más adelante se le fueron los ojos tras el rojo intenso de las buganvillas que rebosaban por la tapia de un viejo convento, y tras el de las violetas copas de las jacarandas, y sobre los niños que jugaban en el callejón cuando él pasó.
Y visitó ultramarinos antiguos, tiendas de moda, librerías pequeñas y kioscos de prensa. Incluso se dejó limpiar los zapatos por uno de los últimos limpiabotas del barrio mientras contemplaba eufórico cómo colocaban las tradicionales velas, las que proyectarían sus sombras sobre las principales calles, estrechas por su culpa pero encantadoras al fin y al cabo.
Tras mucho caminar entró en una antigua taberna y pidió una copa de manzanilla de Sanlucar, y la saboreó con deleite después de tantos meses. Allí contempló a los contertulios de la mesa de al lado, tres jubilados que ya usaban las antiguas cubanas y los zapatos sin calcetines. Un viejo búcaro se pavoneaba en la esquina de la barra mientras tanto, donde se anunciaba la corrida del Corpus en la Maestranza en un gran cartel colgado de la pared.
Más tarde continuó su camino felizmente, hasta sentarse en un banco de hierro colocado con intención en un esquinita de la plaza, la misma donde se levantaría la velá del barrio dentro de poco y donde tantos novios se arrullarían en las cálidas noches que estaban por venir... Y supo que había regresado.
Y así se fue pasando la mañana de su primer día tras su vuelta a Sevilla, como si el tiempo no hubiera pasado, como si los días de ausencias no hubieran sido más que un pequeño paréntesis obligado. Y don Verano suspiró de felicidad un año más.

domingo, 4 de mayo de 2008

::: Homenaje a un blog muerto :::

Cansado de mostrarse ante cientos de ávidos y solitarios ojos, después de recorrer miles de kilómetros de cable o decenas de miles de metros cúbicos de aire, tras un año de vida y ochenta y tres entradas leídas tal vez por centenares de blogueros, así como innumerables comentarios generados, AGUAMARINA (lalluviaquecae.blogspot.com) publicó su último post el 5 de octubre de 2007. Se tituló: " Me voy a quedar con tu nombre"
Y desde el lugar que sea donde se retiren los blogs muertos (o tal vez solamente dormidos) AGUAMARINA recuerda, y además vigila a los que aún revelan los sentimientos y vivencias de sus autores, mostrándose atenta a dejar su huella allí donde le apetece, apareciendo puntual donde su experiencia le dicta que sus sabios consejos hacen falta para animar a unos, enderezar a otros o reñir a los que incumplan el cometido de todo blog: transmitir los sentimientos más allá de las distancias.

jueves, 1 de mayo de 2008

::: Mi cumple mes :::

Hoy hace treinta días que nació “ Céfiro del oeste”. Hace treinta días que comencé a “colgar” en la red mis pensamientos, sensaciones y vivencias. Sólo hace treinta días y ya parece que os conozco de toda la vida. Gracias a Xesca, Lia, Jacinta, Kat, Profecruel, Lluvia, Marta, Gabi, Cristina, Sornatalibrero, Dinora, Marinel, Clarece Barico, @Patrulich, M@r, Mi Despertar, Mar Ruiz, Dédalus, Vicky, Ada, Graciela, Ignacio Bermejo, Soledad Sánchez y tantos otros que me hayáis podido leer. Y sobre todo a Zan por su compañía desde el principio. Desde su bosque me ha dado una lección de ser consecuente consigo misma.
Es extraño “oír” vuestras opiniones sin ver vuestras caras, y aunque mi imaginación ha creado una imagen para cada uno de vosotros es algo a lo que no me acostumbro. Un fuerte abrazo y gracias de nuevo.