sábado, 14 de junio de 2008

::: Babel :::

Era una época en que la humanidad se sobreponía al exterminio del Gran Diluvio Universal. Una época en la que a los hijos de los hijos de los únicos supervivientes que habían quedado tras la catástrofe les fue ordenado dispersarse y ocupar de nuevo todas las regiones del vacío orbe, repoblándolo más allá de las llanuras de Asiria o de las montañas de Mesopotamia.
Pero uno de ellos, Nimrod, biznieto de Noé, el primer poderoso de la Tierra, un rey audaz, opresor, tirano, excelente cazador y de espíritu rebelde, no quiso aceptar el designio de Dios, y reunió a todos los descendientes de Noé y les ordenó fabricar ladrillos con los que construir una gran ciudad-fortaleza, Babel. Una vez concluida se instaló en ella su pueblo, desobedeciendo así el mandato de Dios. Y levantó en su centro un monumental trono de plata donde situó una gema gigantesca, ordenando que se la adorase…
Envilecido por el poder terrenal, proclamó en una ocasión:
—Me vengaré de Dios por haber ahogado a mis antepasados. Si enviase otro diluvio, mi torre será más alta que el Ararat.
Y mandó llamar al arquitecto Cus, al que pidió que erigiese un zigurat o torre escalonada, coronada por un templo de oro donde residiría la nueva divinidad protectora y que sería la unión del cielo y de la tierra. La obra fue encargada a su pueblo, que en turnos y a lo largo de años fueron levantándola siguiendo las indicaciones del arquitecto.
Pero Dios, al observar a sus hijos hacinados otra vez en una gran ciudad, desaprovechando el vasto mundo que había puesto a sus pies, temió que de nuevo se corrompiesen, entristeciéndose considerablemente al fijarse en la alta torre que construían para desafiarlo.
Entonces, enojado, se apareció en sueños a Cus, entregándole un puñado de extrañas y diferentes lenguas para que las repartiera entre sus trabajadores, todos descendientes de los tres hijos de Noé y sus esposas y que hablaban por tanto la misma lengua común, para así castigarlos con la confusión y el caos.
El pobre arquitecto los reunió en la gran explanada que había delante de la torre, y tras llamarlos de uno en uno fue repartiendo los idiomas según le había ordenado Dios, indicándoles que por la confusión que se crearía se volvieran a sus casas pues la obra quedaba paralizada.
Pero calculó mal, y cuando aún faltaba un numeroso grupo de peones se dio cuenta de que sólo le quedaba un idioma. Harto de aquello, cansado y fatigado les dijo:
—A todos vosotros os daré esta última lengua… no me quedan más.
Y como ya no había trabajo que realizar aquellos peones abandonaron la ciudad, distribuyéndose por lejanos países, ocupando Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, España, Guatemala, Guinea Ecuatorial, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Puerto Rico, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.
¡Tuvimos suerte!

43 comentarios:

Diana dijo...

Hola.
Y tú que lo digas!
Carallo que tuvimos!
Mira que si nos hubiese tocado en otro grupo y no pudiéramos leer lo que no inventamos!
Yo sentiría un montón no poder leer lo que tu escribes. Como este post, que me parece muy bueneo.
Un biquiño desde Coruña.
Diana.

Mª Ángeles Cantalapiedra dijo...

¿Sabes? La magia de cualquier escrito reside cuando mientras tus ojos se pierden entre las letras, el corazón siente y la cabeza vagabunda disfruta de las sensaciones que la transmiten cada letra que entra en ella.
Delicioso, JJ.
Un besazo y buen fin de semana

Melba Reyes A. dijo...

Leyendo ésto, creo que eres capaz de entender la inmensa alegría que me inunda cuando en CNN entrevistan indígenas de remotos sitios del Perú, Ecuador, Paraguay...¡y los comprendo perfectamente!

Salud♥s

Sara dijo...

Hola amigo! un gusto leerte siempre, sabes? este post especialmente hoy me parece cercano, porque ese Babel no destruyó el idioma universal, el del sentimiento, el que hace que quiera atrapar cada letra cuando te leo.Muy interesante.
Un abrazo

eva lluvia dijo...

Bonita reconstrucción de la historia:) me encanta que siempre haya relatos posibles para todo...

un beso

José Pineda dijo...

que tal josé
muy bueno tu composición yo tuve mala suerte pues tengo uno en mi país que nunca sabemos lo que dice. jejeje...así es...lo encomiendo a Dios
un abrazo

Marta dijo...

Vaya pues por culpa del imbecil ese que quiso desafiar a Dios, hoy tenemos que aprender idiomas para el trabajo y para poder viajar. Se hubiese podido quedar mudo y punto!.

Yo soy trilingüe!!!!

angela dijo...

Tu buen relato me recuerda la clase de religión allá por primero de bachillerato. Siempre es muy ameno venir hasta tu casa para leerte. Que tengas un buen fin de semana.Un saludo de Angela

Anónimo dijo...

Preciosa historia sobre el génesis de los pueblos hispanohablantes. Tuvimos muchísima suerte¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ Besos J.J.
No hace falta que te lea las cartas, tienes un presente muy rico en cariño y amistad. Muacks¡

LUCIA-M dijo...

Como me gusta leerte
Muy bueno Como siempre
Un buen fin de semana.
Besos

Marinel dijo...

Fantástico escrito.Es que no hay uno que no me guste y este especialmente donde nos haces regodearnos de esa lengua tan estupendamente maravillosa que tenemos los peones descendientes.
Yo, también pienso que tuvimos mucha suerte en ser los últimos...
Enhorabuena,J.J.
Besos.

Marta (Tuki) dijo...

Es un verdadero lujo contarte entre mis amigos

Tus historias son maravillosas...

Un besazo

*Tuki

Mar y ella dijo...

Una historia ya sabida...pero en tus letars se hace mágico leerlass y saberlas en este presente.....Es imperdible venir y leeerte
Mariella

Inés Bohórquez (Ibo) dijo...

Qué excelente tu post!
Es cierto y que bueno que podemos estar de este lado del idioma de este lado donde no solo hablamos la misma lengua sino el mismo sentimiento que es en si lo que nos importa.

Excelente !
Un abrazo y mis bendiciones!

Anónimo dijo...

Un placer leerte, y desde luego además gran suerte de que no había más lenguas a la hora del reparto... Así nos tocó la misma. Y todavía mejor poder expresarla sabiendo que somos tantos quienes la compartimos y expresamos.

Feliz fin de semana Jose Javier!

LLUVIA dijo...

Jejeee
Es que Dios sabía que no había que repartir mas lenguas, porque aunque tuviésemos la misma, el grupo de peones no nos íbamos a entender jejee ( me ha gustado eso del grupo de los peones :))) )

Y yo que pensaba..Un determinado tema, se pueda ver de mil maneras y además opuestas e irreconciliables!
No hay más que ver a los políticos. Y AHORA YA SÉ POR QUÉ :)

Menos mal que a Dios ya no le molestan las torres altas ni que nos hacinemos cuanto deseemos, que si noooo ..
Ah, y menudo problema has planteado
a los fieles creyentes de éstas historias ufff

¡Pues me ha gustado! :)

Besos José Javier!

Borrasca dijo...

Javier como dices tuvimos mucha suerte, gracias a que hablamos la misma lengua pude conocerte y recibir tus lecciones de cuando en cuando.

Besos borrascosos

Armida Leticia dijo...

Los descendientes de aquellos peones siguen distribuyéndose, ya ocupan gran parte de los Estados Unidos y van subiendo a Canadá.¡Seguimos teniendo suerte!

Saludos desde mi México lindo y querido.

sorNataLibrera dijo...

Bellisimo post como nos tienes acostumbrados, gracias por tu comentario en mi blog, con cada palabra me regalas una sonrisa, un besote grande, Jj, Nat

misticaluz dijo...

Hola de visita por aqui.. interesante y bonito artículo, recibe un afectuoso saludo desde mi rincón!

GlamToday VideoTop dijo...

HOLA HERMOSO RELATO¡¡

VOVERE¡

María dijo...

Gracias por tu visita.

Escribes muy bien, me parece un bonito relato, y sigo a la espectativa de volver a leerte.

Saludos.

CarmenS dijo...

Sí que es una suerte que tantas personas compartan la última lengua. Hoy leo en El País un artículo de Vargas Llosa (por él también somos afortunados) que dice que el español se está abriendo paso en Nueva York a marcha rápida.

M.TeReSa dijo...

Hola José Javier, incondicional entre incondicionales, gracias por tu comentario.
Pues si, muy bien podría ser uno de ellos, aunque seguramente se trataba de un tipo caprichoso que escogió una lengua pequeñita que había en algún rincón de la torre, lo bueno es que fue a compartirla con otros ocupando un mismo espacio y respetándose mutuamente, consiguiendo sobrevivir a través de los siglos.
Me ha gustado tu visión de la historia.
Te felicito.
Bona nit ¡!! (lo has dicho muy bien, me ha gustado tu detalle)
Un abrazo.

Dinora dijo...

Pues si, tenenos suerte de hablarnos en el mismo idioma :)

Me gustó mucho el post, la buena narración de esa historia de babel

Saludos en españo! ;)

Pipa Hidraulica dijo...

"La verdad que niidea de donde nací" Maupassant

Angelica Jensen dijo...

Y la última parte la inventaste tú porque la historia de Babilonia y los idiomas, la había leído en la biblia, pero nunca dijeron nada del español.....Cuanto mas leo estas historias, mas me queda claro que son mitos!

Un saludo!

Soledad Sánchez Mulas dijo...

Me pongo al día en tus relatos, después una ausencia imprevista. Agradecida por el sorprendente final de tu relato (¿cómo entenderte de otra manera?).
Enhorabuena por tu premio (precioso agradecimiento el que le haces a María Ángeles).

Un beso.

Soledad.

Malena dijo...

Estaba yo tranquilamente recordando ese episodio que estabas contando, cuando de pronto, me encontré con algo que no encajaba...el final.

Tienes razón, tuvimos suerte porque gracias a esa lengua puedo comunicarme con grandes amigas del otro lado del "charco"

Un beso, José Javier.

Chuspi dijo...

Que original J.J!!!
Me ha gustado mucho tu relato.....bueno...y cuándo no gustan???

Besotess!!!

Amapola dijo...

Buen blog...el relato muy acertado a los tiempos de hoy.
saludos

nara dijo...

y que lo digas muchisima suerte...

besos

María dijo...

Sigo a la espectativa de volver a leer un nuevo post en tu blog.

Un beso.

Mónica dijo...

Hla J.J. buenísimo... y sí... tuvimos suerte!!


Bsss. Nos vemos.

Ego dijo...

Tuvimos, tuvimos. Pero podríamos haber colonizado también Grecia. Todo sería más fácil. Parakaló...

. dijo...

Hola.. solo queria devolverte la visita, es grato saber que paseas a veces por mis letras.. En silencio, como paseo yo por las tuyas
Besos

GABI dijo...

Pues no se que decirte...es que siempre me gustan tus historias y escribir siempre que me ha encantado resulta repetitivo. Sólo de cirte que esta es la segunda que más me gusta.
Un beso!

M@R dijo...

SERIA BUENO TENER EL IDIOMA UNIVERSAL,,,
EL AMOR ENTRE TODOS LOS SERES VIVOS, PAZ Y COMUNICACION Y VIVER FELICES,,,

ABRAZOS,,,

SILVIA dijo...

José Javier

Es un gusto leerte siempre, muy buen post como nos tienes acostumbrados y tienes razón ¡¡¡TUBIMOS SUERTE¡¡
Que tengas un lindo comienzo de semana
Besitos

Anna dijo...

jajaja , bueno pues si , yo tambien creo que tubimos suerte ;) besitos muy dulces

Anónimo dijo...

Vaya que si tuvimos suerte... Ha
sido muy grato volver a leerte,
disfrutar de tus líneas, de tus
textos... un agrado enorme.

Dejo un fortísimo abrazo desde este rincón del mundo.

Yeli dijo...

Genial adaptación...y que bueno que no dejaste a Puerto Rico afuera! Que la antigua historia bíblica nos salpique de cerca me parece fascinante.
Un abrazo
Yeli

Anónimo dijo...

¡Qué bueno que hablemos la misma lengua! De todos modos, bendita sea Babel o mi profesión no existiría.
Saludos desde la Patagonia.