sábado, 17 de mayo de 2008

::: Un silbido de felicidad :::

Rebujado en las sábanas sentí la claridad del nuevo día colarse por entre las cortinas al tiempo que era consciente otra vez. Apenas eran las siete de la mañana, y era domingo. Sonriendo me volví buscando con la nueva postura el placer infantil y antiguo de sentirse en la cama sin prisas, sin obligaciones, sin hora. Y escuché los agudos chillidos de los vencejos celebrando el nuevo amanecer al pasar junto a mi entreabierta ventana mezclados con el ruido de algún motor lejano de alguien que arrancaba su coche.
Por unos instantes me sentí feliz, muy feliz… Y en esa placentera sensación llegaron hasta mis oídos unos agudos y melodiosos silbidos. Sonriendo de nuevo supe que eran de alguien dichoso, de alguien que paseaba a esa mágica hora satisfecho por su vida, por su familia, por su trabajo… y silbaba anunciando al mundo su felicidad.
Domingo tras domingo me fui acostumbrando a despertarme entre el silbido de aquel desconocido que puntualmente pasaba bajo mi ventana y que mi imaginación había asemejado con la felicidad personificada. Tendría un buen sueldo, un buen coche, un buen trabajo… seguía pensando mientras se alejaban lentamente sus acordes festivos.
Hasta que mi curiosidad venció mi pereza y el domingo pasado nada más escuchar su puntual silbido me levanté de un salto y tras las cortinas lo observé. Y mi mente no pudo comprender lo que mis ojos veían. Era Matías, el mendigo de la plaza que acostumbraba a ver pidiendo en la puerta de la iglesia… Y supe entonces lo que era la VERDADERA felicidad.

27 comentarios:

Anónimo dijo...

A veces no sabemos lo que es ser feliz hasta que se nos escapa de las manos. Entonces es cuando uno empieza a odiar el dinero. La felicidad es algo tan relativo... Un abrazo, me gusta cómo relatas.

LUCIA-M dijo...

Ya sabes lo que dicen, que poco importa el tipo de vida que tenga uno, mientras que se sienta cómoda en ella. Ésa es la verdadera felicidad, como tú bien has dicho.

eclipse de luna dijo...

Que bonito, me ha encantado tu relato, me has dejado pensativa, la verdad es que sin duda esa es la verdadera felicidad...
Un besito y una estrella.
Mar

Pesadillas de Papel dijo...

Excelente escrito, amigo. ¿Sabías que la felicidad dura más que la rabia y la discordia? Por eso no vale la pena molestarse, sino dejar fluir las cosas y vivir en armonía.

Buen texto.

Mis respetos.

Dinora dijo...

"La felicidad no está en hacer lo que se quiere, sino en querer lo que uno hace" Henry Ford.

Quizas por ahí vaya la explicación..

Saludos!

Anónimo dijo...

La verdadera felicidad no está tal vez en lo que uno posee, sino en aquello que siente, y sintiéndose uno feliz, qué mejor que disfrutarlo como es el caso de Matías, silbando alegremente.

Lo relataste genial, y no lo digo por hacer la pelota, sino por cómo expresaste la imagen en palabras.

Patricia López dijo...

Es un placer visitarte, José.
Es un placer encontrar a alguien que se asombra ante las cosas bellas y simples de la vida.
Me quito el sombrero...

Chuspi dijo...

Toc-toc!!!
Se puede ????
Quería devolverte la visita y darte las gracias por tus palabras y tu condescendencia ante mi último relato.

Con respecto a este post,yo que soy de mente bohemia sin tapujos,que odio los materialismos a base de Casas de Empeño ni "Señor Banco" por favor me presta usted una ayudita para irme a Las Islas Vírgenes porque tengo antojo, y cosillas del estilo patéticas, he de decirte que a mí me encanta esa actitud tan natural, tan desposeída en esencia, tan libre de todo tipo de imposición burocrática, tan de ser humano sin vestiduras...que ojalá recobrásemos esos momentos todos nosotros en los que la libertad no viniese marcada por unos hándicaps, unas modas absurdas, unos estereotipos, unas apariencias exageradas, un cuánto mas tienes mas vales....!!
Actitudes de las que escapo a diario como la sarna!

Me hubiera encantado, (con lo que ahora ya sé y he vivido, consciente de esa frase que ha martilleado mis vivencias, una a una,de que "la ciencia, mata al hombre" ) el poder regresar a los tiempos primitivos de la especie humana y vivir todos sus valores sagrados,como impulsos divinos de cada amanecer,lejos de todo esto que diariamente me rodea.

Será que tengo un "alma hippie", libre por todo lo alto, y el defender una serie de valores contra corriente aún en marejadas imposibles.....

Oleee, y ole y oleeee!!! por esta gente que permanece, seguramente sin censar incluso, en este tipo de vida que no han elegido o sí, sea cuales fueren sus circunstancias,pero que rezumban a los 4 vientos solamente en una cosa: VIVIR, SENTIR, Y PALANTE!!!

Y se ríen de todos nosotros por ilusos....de nuestro bienestar, de nuestros dineros, de nuestras apariencias, de nuestros trabajos.....de TODO!!
Y somos mas infelices que ellos!

Y tienen razón: "son unos ilusos.No saben vivir!
Les falta todo eso y palman!!"

Porque les falta la esencia de especie, que ni siquiera han adquirido en edades tempranas...

...ni la adquirirán.....

P.D: este post dá para un gran debate sin igual...podría extenderme muchísimo más pero no creo que sea el momento de hacerlo ni el lugar, porque acabaría con Blogger directamente si me pongo.

Así que..prefiero despedirme con un ¡¡¡¡hasta pronto amigo!!!!!

un besiño !!!

..nos veremos en el empeño de seguir arreglando el mundo!!!

Mar y ella dijo...

Que ternura tu escrito...me hicistes recordar una mañana lluviosa mi cafe en la mano mirando por la ventana .como dos cartoneros en medio de ello se profesaban su amor.....y senti lo mismo que tu...
Saludos
Mariella

Mª Ángeles Cantalapiedra dijo...

hoooooooooooooola, buenos días, Jose.
Te pasas media vida intentando cazar a la felicidad, y ésta se refugia en las cosas más insospechadas, en esas cosas tan pequeñas en las cuales casi nunca reparas...
Besillos de domingo.

Borrasca dijo...

La felicidad como un todo no existe, lo que vivimos son momentos felices. Precisamente el que describes de despertar temprano un domingo y poder darte la vuelta para seguir durmiendo, es uno de los momentos más felices que hay, entre muchos otros...

Besos borrascosos

Marta dijo...

Lo mejor de sentirse uno feliz, es que eso se contagia al ambiente, y todos los que nos rodean pueden sentirlo.

Graciela dijo...

Visitarte en entrar en un mundo donde se respira tu maravillosa sensibilidad en cada rinconcito, querido amigo un abrazo inmenso!!

GABI dijo...

Te felicito. Has sabido reflejar en el cuento lo que es la felicidad. No el que más tiene sino el que es feliz con lo que tiene.
Un beso!

Marinel dijo...

Un relato hermoso,José Javier.Te voy a dejar una frase que tengo grabada en la memoria desde hace mucho tiempo y me encanta:
"Recuerda:no es cuánto posees lo que forma tu riqueza, sino cuánto saboreas"
Phil Bosmans, del libro "La Alegría de vivir".
Creo que no hacen falta muchas más palabras...
¡Enhorabuena!
Besos.

Yeli dijo...

A veces perdemos disfrutar de los momentos simples y las pequeñas alegrías, esperando "la gran" felicidad...
Maravillosa tu historia la cual obliga a reflexionar!
Sir Francis Bacon dijo: La felicidad de los grandes consiste no en sentirse felices, sino en comprender cuan felices piensan otros que han de ser ellos.
Un abrazo
Yeli

Aarón Ormeño dijo...

gratificantes lineas

alaluzdeunaluciernagaazul dijo...

Desde luego este post hace reflexionar.
Si.... es necesario saber cual es la verdadera felicidad.... y cuando lo descubrimos supongo k nos debemos sentir impactos, o decpcionados, o engrandecidos o.... no lo sé aún, pero cuando lo sepa no dudaré en gritarlo a los cien vientos.

Gracias por tu visita.
Y volveré por aquí porque me pareció muy bonito tu rinconcito.
un saludo

sorNataLibrera dijo...

JJ, gracias ante todo por regalarme una sonrisa con cada una de tus historias, niño, que no me he olvidado de tu desafío, estoy un poco liada esta semana pero estoy en ello, me he picado con esta desafío, a ver qué sale de todo esto, un abrazo enorme, Nat

Diana dijo...

Hola.
No menos feliz eras tú y simplemente estabas en tu cama en un domingo por la mañana.
Qué es la felicidad?
Algo muy difícil de definir realmente, verdad?
Pero es mucho más difícil de saber qué es lo que nos puede llegar a hacer feliz.
J.J. desde Coruña y deseando de corazón que tengas muchos domingos de felicidad, te envío un biquiño.
Diana

PD.
Una "amiga"
(es broma)
Otro bico.

Pasion_intima dijo...

quien menos necesita menos ansia, mas feliz se siente, besitos

M@R dijo...

MUCHAS VECES NO SABEMOS LO QUE TENEMOS HASTA QUE LO PERDEMOS,,,
LA FELICIDAD ESTA EN CADA UNO DE NOSOTROS Y SOMOS TAN CIEGO QUE NO LA VEMOS, Y CREEMOS QUE ESTA EN OTRO LADO,,,

ABRAZOS,,,

Anónimo dijo...

Bendita niñez que siempre nos trae la paz a nuestro problemas...
que lindo soñar despierto y sentirse asi de feliz! te felicito.
un abrazo.

sorNataLibrera dijo...

JJ, desafio superado, lo he dejado en el post del 14 de mayo, gracias por el desafio! un besote enorme, Nat

María dijo...

Hola, vengo a darte las gracias por visitar mi blog y por dejarme el regalo de tus palabras, y gracias a ellas, ahora puedo estar aquí.

Me ha parecido extraordinario el escrito que has hecho, a veces, la felicidad está donde uno menos la espera, y no por tener más se es más feliz, la felicidad es la satisfacción personal que se puede encontrar en cualquier rincón, en un gesto, en un pequeño detalle.

Gracias, volveré a visitarte, un beso.

eva lluvia dijo...

qué bonita manera de reflexionar sobre la felicidad...me alegra saber que tú ya hayas comprendido lo que es...con tantas opiniones y teorías a veces olvidamos escuchar nuestra propia repuesta...

un beso lanzado al céfiro del oeste para que lo transporte hasta tí

Eli dijo...

Yo creo que nunca llegamos a saber que es la verdadera felicidad, porque nos pasamos todo la vida o la mayor parte de ella buscando cosas que nos hagan felices pero que nunca nos llegan a satisfacer del todo. Casi siempre son cosas materiales o cosas que no están a nuestro alcance, y es por eso que no terminamos de ser felices. El ser humano es un eterno incomformista, siempre va a querer más. Deberíamos buscar en las pequeñas cosas de todos los días, un sonido agradable, el olor del café matutino, la voces y las sonrisas de las personas que queremos, que sé yo, tantas otras cosas que están a nuestro alcance y no las percibimos. Vos lo lograste, encontraste la felicidad en ese canto melodioso que llega cada domingo a tu ventana y el linyera, quién sabe, quizá en el sólo hecho de despertar y encontrarse vivo.
Muchas gracias por tu comentario y por permitirme estar aquí, compartiendo tu maravilloso blog.
Un beso.